miércoles, 3 de octubre de 2012

Erasmus: Excursión a Como y Brunate

El domingo pasado tuve el placer de pasar un día magnífico en compañía de unas personas maravillosas. Ellos son Betina, de Brasil; Karina, de México; Lina y Juan, de Colombia; Jorge y Ernesto, de Perú; y Juanlu, de Madrid. Tomamos un tren de buena mañana en la estación de tren de Milano Cadorna en dirección a Como Lago. Después de poco más de media hora de trayecto, llegamos a un lugar sencillamente maravilloso: Como, concretamente la parte donde se encuentra el lago.
Me sentí una privilegiada al poder pasear por aquellos senderos inexplorados por tantos turistas que ni siquiera conocen la existencia de esta hermosa localidad. Y sí, nos llovió un poco, pero por suerte enseguida volvió a salir el sol. Después de un espléndido paseo por el lago, tomamos un funicular que nos dejaría en Brunate. Y cómo no, los paisajes que vimos durante el trayecto eran maravillosos.
Una vez llegamos a nuestro destino seguimos deleitándonos con los secretos que esconde la Lombardía, la región donde habito actualmente, sobre todo a la hora de comer: encontramos un restaurante delante de lo que podría catalogarse como mirador con vistas a los lagos y las montañas. Incluso vimos una carrera de barquitos. El dueño del restaurante y el camarero eran muy simpáticos y divertidos. Me sentí como si estuviera comiendo en casa (en mi casa de Barcelona, claro). Y me hizo gracia un cartel que tenían puesto en el cristal del local: ''Hello stranger, goodbye my friend''. Me encanta.
Allí pude degustar varios tipos de carne ―todos deliciosos―, patatas asadas y la polenta, un plato muy típico del norte de Italia hecho a base de harina de maíz amarillo. De hecho, los habitantes del sur de Italia llaman ''polentoni'' a los del norte cuando quieren meterse con ellos ―o sencillamente bromear―, mientras que los norteños les contestan con un: ''terroni'' (de tierra). Ya veis, los rifirrafes entre norte y sur no son solo cosa de España.
Después de la comida dimos un buen paseo en dirección al Faro Voltiano. Antes de llegar vimos también la iglesia parroquial ―''chiesa parrocchiale''― de Brunate, dedicada al patrón Sant'Andrea Apostolo. ¡Menuda caminata! Tuvimos que pasar por algunos senderos bastante empinados y la verdad es que llegamos a nuestro destino bastante cansados, pero nada fue en balde; una vez en el faro, no paramos de hacer fotos de las vistas; de las montañas, del lago. Eran fantásticas.
El dueño del faro nos vio y nos dijo que aunque subir al faro valiera un euro, a nosotros nos haría un ''descuentillo'' por ser un grupo. A pesar del agotamiento general, y como el señor era bastante campechano, accedimos a subir ―total, ya que estábamos allí...―; valió muchísimo la pena. ¡Qué vistas tan hermosas! Mi cámara debió de echar humo.

Me encanta esta foto:

Acto seguido volvimos a tomar el ferrocarril rumbo a Como y descubrimos el centro de la ciudad. Vimos el Duomo, ubicado en la Piazza del Duomo ―como si se tratara de Milán―, tomamos un café en aquella misma plaza y a continuación dimos una vuelta por algunas de las calles del centro hasta que un rato después ―ya eran casi las ocho de la tarde, si no recuerdo mal, y el último tren salía sobre las nueve― tomamos el tren que nos dejaría en Cadorna; por último nos despedimos y cada uno escogió el medio de transporte y la línea que le dejaba más cerca de casa.
A pesar de que justo acabamos de conocernos y nos queda mucho por vivir en Milán, quiero agradeceros a todos vosotros estos instantes que ya hemos compartido, las anécdotas que hemos vivido hasta ahora y todo el apoyo que me habéis brindado. Espero que esto solo sea el principio de una gran aventura que, pese a que tendrá su fin cuando poco a poco tengamos que ir volviéndonos a nuestras tierras, resultará inolvidable y, a pesar de la distancia más que tangible que dentro de unos meses existirá y nos separará físicamente, espero que no lo haga emocionalmente. Qué más dará de dónde vengamos y a dónde vayamos, los amigos de verdad siempre estarán con nosotros.

Gracias por todo, chicos.

6 comentarios:

  1. «Qué más dará de dónde vengamos y a dónde vayamos, los amigos de verdad siempre estarán con nosotros».

    =)

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  2. TAFANEJAT! jajaja sembla molt macoooooooooo! passa-ho bé!!:)

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  3. Moltes gràcies!!! I sí, sí que ho és!!! :) Una abraçada, Jordi!!!!!

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  4. Belga de La Llagosta3 de octubre de 2012, 17:22

    Quina enveja fas cabronaa (de bon rotllo eh, enveja sana ;) ) Ja et vaig dir que seria el millor semestre de la teva vida universitaria, i de moemnt no m'estic equivocant :) Una abraçada!!!

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  5. Jajajajaja, moltíssimes gràcies, Albert!! Per cert, boníssim el nom, inconfundible, jajjjajaja! I menys envejes que tu també et vas marxar d'Erasmus fa no tant, ara em toca a mi!!! :P Jejejeje, una abraçada des de Milano i gràcies de nou!!!!! :*

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