martes, 7 de diciembre de 2010

La vida al revés, ¿por qué no?



Hoy, leyendo cosas por Internet (y fingiendo estar haciendo algo de provecho), he dado por casualidad con una cita que hacía tiempo ya había leído y que en su día ya me había gustado por su originalidad y su (considero que) innegable razón que tiene.

Dicha cita es del genial director estadounidense Woody Allen, y en ella hace una reflexión de lo que debería ser la vida. La pongo en inglés, tal cual la dijo:

"In my next life I want to live my life backwards. You start out dead and get that out of the way. Then you wake up in an old people's home feeling better every day. You get kicked out for being too healthy, go collect your pension, and then when you start work, you get a gold watch and a party on your first day. You work for 40 years until you're young enough to enjoy your retirement. You party, drink alcohol, and are generally promiscuous, then you are ready for high school. You then go to primary school, you become a kid, you play. You have no responsibilities, you become a baby until you are born. And then you spend your last 9 months floating in luxurious spa-like conditions with central heating and room service on tap, larger quarters every day and then Voila! You finish off as an orgasm!"
— Woody Allen.
Sin embargo, las cosas no son ni serán jamás así, por lo que no nos queda otra opción que aceptar la realidad. La vida es cambio y movimiento continuo, y es que de hecho estamos destinados a pasar por una constante evolución que nos invita a madurar y a recapacitar cada día un poco más: de nuestros errores, de nuestros defectos... de todo se aprende y se adquiere una sabiduría que más adelante nos servirá para afrontar todo tipo de situaciones. Todos, absolutamente todos, hemos hecho cosas que en un momento deseábamos hacer y de las que más tarde nos hemos arrepentido y desearíamos no haber cometido. Pero también pienso que de todas estas situaciones es posible sacar una enseñanza, algo que nos ayude a no volver a tropezar con la misma piedra. Y muchas veces, si no fuera por esos errores, más adelante no habríamos sabido cómo obrar adecuadamente. Yo agradezco a la vida que me haya permitido equivocarme, gracias a ello me he convertido en lo que soy a día de hoy. Y si me he equivocado, ha sido porque me he atrevido y no me he quedado cruzada de brazos sin arriesgarme. El mundo lo construímos los valientes, aquellos que vivimos y no nos dejamos vivir, los que tenemos iniciativa. Y así debe ser, porque mientras existan personas con pensamiento libre y espíritu de decisión, progresaremos cada día un poco más.

Y con esto, concluyo mis reflexiones dadaístas de las tantas de la noche y me dispongo a meterme en el sobre. Bona nit!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Arrivederci, Roma


Si fueris Romae, Romano vivito more; Si fueris alibi, vivito sicut ibi.

Como posiblemente ya sabréis, del 19 al 21 de noviembre estuve en Roma. Ha sido una experiencia increíble, fascinante y muy gratificante. En realidad ya había estado en Italia, hace dos años visité Milán y Venecia y ya me enamoré perdidamente de ambas ciudades. Sin embargo, esta ha sido la primera vez que he viajado en avión... y ha sido una gran experiencia, mejor de lo que me esperaba y con unas ganas locas de repetir. Y a pesar de haber estado solo tres días por la capital italiana, los aproveché al máximo y pude visitar bastantes bonitos lugares.

Uno de esos sitios fue el majestuoso Coliseo, preciosa obra antigua que afortunadamente hoy en día aún se mantiene en pie y que seguramente si vas a Roma y no lo ves es como si no hubieras estado. Cómo no, también la bellísima Fontana di Trevi, que personalmente fue lo que más me gustó, me la esperaba más diminuta y acabó siendo tres o cuatro veces más grande de lo que me esperaba. Evidentemente, lancé una monedita al agua... y si la tradición no se equivoca, ¡He asegurado mi retorno a la Città Eterna!

Otras cosas que también visité y que me gustaron mucho fueron la Basilica di Santa Maria in Cosmedin (Sobre todo porque allí estaba la Bocca della Verità, en la que no dudé demasiado en meter la mano, por cierto), el Monte Palatino, el Foro Romano, Circo Massimo, la Via di San Gregorio con el Arco di Costantino y situada al lado del Coliseo, el Ponte Milvio (Al que cuando no sabía su nombre le llamaba ''Puente Moccia'' porque hasta hace poco estaba repleto de candados que seguían la famosa tradición de las obras de este escritor italiano, pero ahora tan solo se pueden encontrar tres o cuatro reminiscencias), el Trastevere (Buen y bonito barrio en el que comer y pasear), el Monumento a Vittorio Emanuele II, la Basilica Ulpia y la Columna de Trajano (Que por cierto, ¡Había una falsa cerca del Pantheon, una réplica prácticamente exacta!) en Piazza Venezia, Piazza di Spagna y Piazza Navona y sus bonitas fuentes (Fontana della Barcaccia en el caso de la de Spagna y dei Quattro Fiumi, del Moro y del Nettuno en la Navona), el Pantheon (Lamentablemente estaba en obras y no pude verlo como me habría gustado, pero por lo menos lo vi tanto exterior como interiormente, y allí encontré la tumba del rey Vittorio Emanuele II, el padre de la patria italiana...), el Vaticano (Aunque no pasé de la Plaza de San Pedro, la cola para entrar era kilométrica y teníamos muchas más cosas que ver y un tiempo que pasaba cada vez más rápido)... y alguna que otra cosa más, seguramente.

Sobre el alojamiento, decir que estuve en un hotel que se encontraba junto al Monasterio Santa Croce in Gerusalemme, Domus Sessoriana; y en todo momento me sentí muy cómoda. En la habitación tenía un televisor, y pude ver unos cuantas emisiones: las noticias, un programa muy parecido al Identity que hasta no hace mucho teníamos en pantalla, Soliti ignoti - Identità nascoste; y una película italiana de humor que no pude acabar de ver porque me moría de sueño pero de la que afortunadamente tengo el título: ''Mi fido di te''. ¡Ahora será cuestión de encontrarla y acabar de verla! La verdad es que no tuve ningún problema con el idioma, me defendí mejor de lo que me esperaba y supe preguntar todo lo que necesitaba saber a cada una de las personas que fui parando por la calle, así como en los establecimientos y en el mismo hotel. ¡Me sentí tan agusto, tan cómoda...!

Arrasé un poco con los souvenirs, y es que por un módico precio podías comprar recuerdos tan bonitos... camisetas, miniaturas, postales, llaveros... todo de una ciudad que nunca muere y de un país que cada día logra conquistarme un poco más. Pero lo más apasionante que me llevo de allí son sin duda la infinitud de fotos que hice, y sobre todo los recuerdos que no se me borrarán con facilidad de mi memoria.

Y la verdad es que durante los tres días comí como una reina. Me apasiona la comida italiana (¡Cómo no!), y aparte de probar cosas típicas y míticas como las pizzas y la pasta, también degusté platos típicos romanos: supplì y bruschette, por ejemplo.

La única pega que tuvimos fue que llovió, sobre todo el último día. Sin embargo, por suerte no nos supuso ningún handicap a la hora de visitar cada rincón de la ciudad. Bueno, también me quejo un poco de los adoquines: prácticamente toda la ciudad estaba empedrada y si tenías que caminar mucho (Si eres un turista está claro) y tu calzado no era el más adecuado te destrozabas los pies. Sobre el transporte público, decir que en general lo vi bastante bien, nada que objetar.


Sinceramente, me dio muchísima pena tener que volver a Barcelona, porque realmente me enamoré de esa ciudad: de su belleza, de su singularidad, de lo agusto que me sentí en cada momento y de la facilidad que tuve a la hora de comunicarme con la gente de allí en caso de no encontrar cualquier cosa o lo que fuera. Sin embargo, hice una promesa en la Fontana di Trevi, y tengo entendido que las promesas se acaban cumpliendo... y más si se hacen en una ciudad tan mágica y maravillosa, donde tengo la sensación de que todo es posible.

Y por último, dejo una de las canciones que escuché ya de vuelta en el avión y que más me pusieron la piel de gallina. Arrivederci, Roma! Grazie mille per tutto, spero di poter rivederLa presto.



domingo, 17 de octubre de 2010

Los héroes de San José


Esta semana hemos recibido una gran noticia desde Chile que no debería dejar pasar por alto en mi blog, y es que he estado siguiendo esta historia durante todo su tiempo de duración y su final feliz ha conseguido emocionarme.

Como ya sabéis, la madrugada del pasado miércoles se puso en marcha una arriesgada operación de rescate de los 33 mineros que permanecían atrapados a 624 metros de profundidad en la mina San José (Chile) debido a un ¿Fortuito? derrumbe que bloqueó todas las salidas al exterior posibles.

El accidente se produjo el 5 de agosto, en un yacimiento ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Copiapó. Al día siguiente, los rescatistas intentaron bajar mediante una chimenea de ventilación, pero el 7 de agosto tuvo lugar un nuevo derrumbe que generó la necesidad de utilizar maquinaria pesada para seguir con las labores de rescate. El 22 de agosto, tras varios intentos de ubicarles, los mineros enviaron una nota por una sonda, en la que se podía leer: ''Estamos bien en el refugio los 33''.


El 26 de agosto el gobierno chileno comienza a difundir videos en los que se pueden ver a los atrapados. Durante el tiempo en el que permanecen bajo tierra, están comunicados con el exterior y pueden mandar mensajes a sus seres queridos. Una petición de matrimonio y un comunicado de paternidad, así como la posibilidad de poder ver el nacimiento de una hija por videoconferencia son algunas de las experiencias que los mineros han podido vivir durante su dura estancia. Por fortuna, 68 días después comienza el valiente rescate. Cada uno de ellos es izado en una cápsula que lo lleva hasta el exterior, donde los esperan su familia, sus amigos... y el mundo. Una infinidad de medios de comunicación se desplazaron hasta el lugar de los hechos, y es que esta noticia ha conseguido conmover a toda la humanidad.

A pesar de que en un principio no se esperase un buen final para esta historia, gracias a la movilización del pueblo y del gobierno chileno ha tenido lugar el mayor y más exitoso rescate de la minería a nivel mundial. Además, prácticamente todos ya han sido dados de alta. Espero y deseo que esto no vuelva a pasar nunca jamás. Se dice que podría haberse evitado porque las medidas de seguridad de los yacimientos en ese país son nefastas, y su presidente, Sebastián Piñera, ya ha anunciado estrictas medidas de seguridad laboral:

''La lección de la mina San José no se nos olvidará nunca. Nadie puede garantizar que nunca más ocurrirá un accidente, pero sí vamos a garantizar no se trabaje en condiciones tan inseguras e inhumanas, como se hacía en San José”. Piñera indicó que en unos días más informará sobre los cambios comprometidos que irán desde el perfeccionamiento la legislación laboral hasta modificaciones en procedimientos y estándares de seguridad para adoptar los de los países desarrollados y que los trabajadores “sean tratados como personas, con dignidad”.“Los empresarios tienen que cuidar a sus trabajadores por un problema humano (...) además, porque nuestra principal riqueza no son nuestros recursos naturales, sino los chilenos”, sostuvo Piñera.

Ojalá que estas palabras no se las lleve el viento y que esta historia quede en la memoria de todos. Como alguien me dijo alguna vez, ''es importante conocer la historia para que nunca jamás se vuelvan a cometer los grandes errores de la humanidad''.

Este suceso ha conseguido ser tan mediático y ha generado tanto impacto globalmente que ya se habla de películas, libros y toda una sarta de publicaciones. De hecho, he leído que Antena 3 Films comenzó a grabar un telefilm hace 12 días, mientras se aguardaba el desenlace de la historia real. No sabéis lo mucho que me molesta que un suceso se utilice para sacar dinero de él. De hecho, los supervivientes ya han emitido un comunicado pidiendo respeto a la prensa y que dejen de acosarles. Además, los mineros han anunciado que escribirán un libro con sus propios testimonios. Uno de ellos, Víctor Segovia, llegó a escribir más de 200 páginas en 3 cuadernos mientras estaba atrapado, pero todavía no ha decidido qué hará con su testimonio. Sin embargo, ha dicho que ''escribir un libro me salvó la vida en la mina''.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El porqué de Traducción e Interpretación

Nunca es fácil tomar una decisión. Bueno, ¡Depende de lo que se trate, claro! No es lo mismo salir con los amigos sin haber concretado antes dónde ir y decidirlo sobre la marcha, que estar haciendo 2º Bachillerato y tener que escoger la carrera universitaria que harás. Lo primero son decisiones instantáneas, poco importantes. Lo segundo tiene que ser premeditado durante largo tiempo... a no ser que quieras dirigirte a un más que posible y estrepitoso fracaso.

En entradas anteriores anuncié que tarde o temprano explicaría por qué escogí lo que escogí, y aquí estoy dispuesta a contarlo todo: la verdad... ¡Y nada más que la verdad!

Como todos sabréis, me he matriculado en el grado en Traducción e Interpretación de la Universitat Autònoma de Barcelona con los idiomas inglés e italiano. Pero la verdad es que no era la carrera de mis sueños: durante toda mi vida quise hacer periodismo, pero cada vez lo veía más negro y poco probable. Podría decirse que hasta el día en que pisé tanto la Facultad de Ciencias de la Comunicación como la de Traducción e Interpretación de la UAB para asistir a sus respectivas jornadas de puertas abiertas que tuvieron lugar en febrero, no lo vi claro. ¿Por qué? Los motivos son breves y concisos, así que haré una lista de aquellas cosas que me hicieron decepcionarme con periodismo y a su vez interesarme por traducción:

1- Me preocupaba la nota de corte. En periodismo era alta y se decía que con la nueva selectividad todavía podría crecer muchísimo más. Al final se ha quedado en un 9'4. Sin embargo, si en la selectividad hubiera puesto literatura catalana en la fase específica en lugar de la general, habría llegado. En traducción tampoco es que fuera especialmente baja, pero con las notas que tenía lo podía conseguir sin problemas. ¡Y así fue! Tenía un 9'126 y la nota fue de 7'382.

2- Muchos periodistas, pocos en activo. Exacto: muchos graduados, pero poco trabajo. Por mucho talento y cualidades que yo pudiera reunir y por mucho esfuerzo que dedicase, nadie me aseguraba nada.

3- La manipulación de los medios de comunicación. Es muy triste que tan sólo nos digan aquello que ellos quieren y como a ellos les parece en lugar de ofrecernos información neutral, veraz y sin subjetivizar ni al gusto de cada medio. Me siento muy impotente cuando escucho, leo y veo cosas que sin ser una experta (Por ejemplo, en el fútbol) sé que son falsas. No, yo no quiero formar parte de un circo así y nunca lo haré.

4- La prensa rosa. Parece que el futuro del periodismo pasa por esto, puesto que es lo que más horas ocupa en la pequeña pantalla y más programas hay dedicados a ello. Me parece patético, lamentable y muy triste que se priorice la vida de un torero o la de su ex pareja (¡Sobre todo la de su ex pareja, prffff, sin comentarios!) en lugar de las vidas de millones de personas que diariamente pierden la vida y que realmente sí que necesitan atención y ayuda.

5- Muchas asignaturas de historia en la carrera. Esto lo pude comprobar bien de cerca cuando fui a las puertas abiertas de la UAB. Soy una negada en historia y creo que siempre lo seré. Y si no recuerdo mal, 2 de las 6 asignaturas del primer curso eran de eso. Con esfuerzo y sacrificio todo se saca, pero yo ya estaba muy quemada con esa asignatura y no quería seguir malhiriendo una herida que en breve cicatrizaría.

6- Periodismo tiene muchas asignaturas tontas. ¡Que no sirven para nada! Historia por lo menos te da un amplio bagaje cultural y te sirve para entender el porqué de casi todo, pero por lo que me había contado gente que estaba estudiando esta carrera, hacían muchísimas cosas que no servían para nada. Y sí, como en la mayoría de las carreras, pero a mí no me apetecía perder el tiempo durante cuatro años más de mi vida.

7- Lo que más me gusta es la radio. Y en periodismo, como ya he dicho en el punto anterior, me hartaría a hacer muchas cosas que posteriormente no tendrían utilidad alguna. Sin embargo, cuando fui a la radio a entrevistar a periodistas deportivos ellos me dijeron que en realidad muchos no habían hecho la carrera, que en lugar de ello habían ido a un colegio de radio. Además me explicaron que (ya fuera casualidad o no), las prácticas de empresa que hacían los que iban a ese colegio de radio como los universitarios de periodismo les solían ir bastante mejor a los primeros. Seguramente, por la razón de que al haber hecho algo más específico salían mucho mejor preparados y ya tenían más experiencia.

8- Saber idiomas puede abrirte muchas puertas. Tenía y tengo un nivel de inglés bastante bueno que me gustaría conservar y seguir mejorando todavía mucho más. Así que si no hacía una carrera de idiomas, tarde o temprano me habría apuntado a una academia. Decidí, por lo tanto, que si no hacía periodismo me metería en filología inglesa o traducción e interpretación. Luego me acabé decantando por esta última, porque al acabar filología tendría que opositar y probablemente acabaría siendo profesora y ya está. No es un mal trabajo; de hecho, no me importaría ejercer de maestra en un futuro... ¡Pero yo quiero intentar llegar a otras cosas que a lo mejor me gustarán más!

9- Tenía ganas de aprender italiano. Quien me conoce sabe que adoro Italia y todo lo relacionado con ese país. Cuando descubrí que en Traducción e Interpretación podría estudiar dos idiomas y una de las posibilidades era la lengua de Dante, Petrarca y Boccaccio, empecé a interesarme todavía mucho más por esa carrera.

10- ¡Erasmus en Milán! Vi los diferentes programas que ofrecía Traducción e Interpretación para hacer en el extranjero y descubrí que Milán era una de las opciones. Los que me conocéis sabéis que es la ciudad de mis sueños, que cuando estuve allí hace dos años todo fue perfecto y en un futuro me sentiría muy cómoda viviendo allí, aunque sólo fuera durante un tiempo. Vivir en el extranjero siempre ha sido algo que he querido hacer, aunque tan sólo sea por una temporada. Y volviendo a los programas de la universidad, si no fuera en Milán también podría ser en Roma, Trieste, Bolonia o en diversas ciudades de Inglaterra y Estados Unidos que mi facultad ofrece, entre otras. Todo suena muy tentador, ¿¡A quién pretendo engañar!? Pero donde más me veo es en Milán, ya lo conozco bastante bien... y creo que es mejor irse a un sitio en el que ya has estado y conoces más o menos en lugar de lanzarse a una aventura totalmente desconocida y de la que te puedas arrepentir.


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La aparición de estos diez puntos me hizo reflexionar y cambiar un poco mis planes. O por lo menos, mi estrategia. Dentro de una semana empezaré la carrera de Traducción e Interpretación, la cual si todo va bien tendrá una duración de cuatro años. Posteriormente, podría hacer algún máster o postgrado para enriquecer aún más mis conocimientos y ampliar mis estudios... o bien podría retomar mi sueño periodístico y hacer un curso de radio de una duración de dos años. Una cosa no tiene por qué quitar la otra...

Ahora mismo, no me planteo dónde me veo trabajando y dónde no. Sí, tengo mis aspiraciones, como cualquier mortal... no me importaría ser locutora de radio, guía turística, estar trabajando en un aeropuerto o un hotel, traducir noticias, ejercer de intérprete en una entrevista oral, ser profesora de inglés o de cualquier otra lengua... pero todo no es más que un futuro que podrá ser o no ser dependiendo de lo que haga ahora. Si me construyo un buen presente, podré llegar a cosas muy interesantes. Pero si pierdo el tiempo cavilando y filosofeando no voy bien. ¿Por qué ir deprisa y no pararse a contemplar la belleza del paisaje? Festina lente...


Aquí tenéis la vista aérea de la Universitat Autònoma de Barcelona. ¡Y con una flechita donde está mi facultad! Sobre la foto del principio de esta entrada, decir que la tomé cuando fui a las puertas abiertas de la universidad. Era un día lluvioso, como cuando hice la selectividad, como el día en que nací... ¡Parece que la lluvia siempre esté presente en los días más importantes de mi vida!


En tan sólo siete días, ¡Comienza la aventura...!

martes, 7 de septiembre de 2010

Vuelta al cole para unos, un día cualquiera para otros


Hoy martes 7 de septiembre la mayoría de niños españoles (y no tan niños) han empezado el colegio. De buena mañana me han despertado sus llantos y gritos mientras se dirigían a lo que en esas edades es lo más parecido a una cárcel, el colegio. Allí están retenidos en contra de su voluntad y no pueden salir hasta que no transcurre un cierto tiempo determinado. Sin embargo, gracias al colegio interactúan con otros como ellos y nacen los primeros vínculos afectivos. Amistades, enemistades, amores, desamores... viven tanto momentos de alegría como de inaguantable tensión. Momentos que poco a poco les llevarán a la madurez, estado al que unos se aproximarán antes que otros... o directamente ni alcanzarán.

Por otra parte, los niños no sólo harán amigos en el colegio, es más, evidentemente no van por este motivo sino que también adquirirán unos importantes conocimientos que de no ser por ellos su vida sería más complicada y fatídica. La tabla del ocho, leer un libro, qué hay más allá de nuestras fronteras, descubrir la belleza de La Tierra e incluso lo que existe fuera de ella...

Históricamente hablando (Uff, ¡Si mis profesores de historia vieran esto! Siempre fui un cero a la izquierda en esa asignatura, aunque debo admitir que me apasiona la Edad Antigua), no hace tanto tiempo que el hecho de que un niño vaya al colegio sea de sentido común. En el siglo XIX, con la llegada de la revolución industrial a Estados Unidos, el trabajo infantil se disparó y era aceptado por la sociedad en general. Si buscáis fotos en Google, podréis ver imágenes muy tristes e incluso desgarradoras. Desgraciadamente, a día de hoy todavía no se ha erradicado todo esto y en muchos países en vías de desarrollo (y no tan tercermundistas necesariamente, también urbanizados) existe la explotación infantil. Niños que no van a la escuela porque tienen que sacar adelante a su familia sea como sea. Criaturas que no conocen los dibujos animados, ni los juguetes, ni qué es compartir sonrisas con los suyos. A mí me da muchísima lástima todo esto, y creo que a cualquier persona civilizada también.

Los niños que van al colegio se quejan de lo pesadas que se hacen las clases, y es que estar encerrados atendiendo unas explicaciones aburridas en lugar de jugar o ver la televisión... no, no es una idea muy seductora. A mí también me pasaba... ¡A mí y a todos! No es hasta pasados unos cuantos años que te das cuenta de lo afortunado que eres y lo útil que ha sido todo lo que has ido aprendiendo. Y de repente, con dieciocho años o apunto de cumplirlos (como yo), te plantas en la universidad... o dondequiera que te lleve el corazón. ¡Cuánto tiempo has estado luchando para conseguirlo, cuánto esfuerzo has dedicado para llegar a ello! Ahora sí que sí, ¡Estudiarás lo que te gusta! Habladle de la posibilidad de ir a la universidad a un niño de seis años, a ver qué dice... pero no creo que le tiente mucho, es más, creo que su respuesta podría muy parecida a la de Lucía, una ''adorable'' niña que, cuando los medios le preguntaron qué quería ser de mayor, afirmó que le gustaría ser veterinaria. Y, sin pelos en la lengua, añadió: ''y mi mayor deseo siempre ha sido que el colegio sea destruído por una bomba de destrucción''... jajaja.

Una vez me dijeron una sencilla frase que capta la realidad como anillo al dedo: La vida es una escuela. Aunque hayamos finalizado nuestros estudios... nunca, nunca dejaremos de aprender. Y no, jamás nos iremos a la cama sin haber aprendido alguna cosa nueva. Aunque sea algo que aparentemente pueda parecer insignificante... es posible que más tarde le veamos su utilidad. Y sino, caerá donde habita el olvido... hasta que algo o alguien nos haga recordarlo.

Es el primer año que la ''vuelta al cole'' no me afecta. 2010 ha marcado el fin de mi etapa escolar y a su vez supondrá el inicio de una nueva, mi vida universitaria. El 20 de septiembre empezaré Traducción e Interpretación en la Universitat Autònoma de Barcelona. ¡Otro día os contaré por qué escogí esa carrera! Pero lo cierto es que hoy se me ha hecho un poco raro no haber ido al colegio, como el resto de años. Sin embargo, ahora sólo me queda esperar un poco y disfrutar de mis últimas semanas de libertad. ¡Oh, cómo echaré de menos la buena vida! Pero qué ganas tengo de aceptar y vivir este nuevo desafío...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Descorchando la botella


¡Hola, bienvenido a mi blog! No sé cómo habrás llegado hasta aquí, tal vez eres un conocido mío y te apetecía hacerme una visita y dejarme alguna demanda... o bien me encontraste por casualidad mientras buscabas un alien de metro veinte o alguna historia para no dormir. ¡Quién sabe! En fin, sea como sea que has llegado a parar hasta aquí, tienes dos opciones: la primera y más rápida, darle a ese botón de arriba en forma de X y hacer ver que no has visto nada... o la segunda, más tentadora y altamente recomendada, que te pongas cómodo y te atrevas a dedicar unos minutos de tu vida a sumergirte un poco en mi mundo.

Me llamo Sara y, aunque siempre haya una primera vez para todo, no es mi primera vez por aquí. En el pasado tuve mi propio blog de fútbol, y a pesar de que inicialmente lo cogí con muchas ganas y lo actualizaba a diario... acabó cayendo en el olvido. ¿Por qué? Falta de tiempo y pereza, seguramente. No lo cerré porque me daba pena, así que ahí está por si alguien quiere echarle un vistazo.

Siguiente punto: ¿Qué podréis encontrar por aquí? La cuestión es más compleja de lo que parece, porque sinceramente... ni yo misma lo acabo de saber. ¿Qué tal si os cuento las ideas que me rondan por la cabeza y dentro de un tiempo comprobamos si las he seguido o si por el contrario esto ha tomado un rumbo diferente? Como nadie dice nada... ¡Aquí tenemos mis tentativas!:

1- Que sea un blog personal en el que escriba todo lo que me apetezca y se me pase por la cabeza en un momento determinado: Esta propuesta puede ser peligrosa dependiendo de la situación personal que esté viviendo el sujeto.

2- Que consista en un espacio en el que relate mi experiencia universitaria: Esta alternativa puede llegar a ser incluso más peligrosa y frustrante que la anterior, dependiendo de la situación académica que atraviese la susodicha.

3- Volver a hacer un blog de fútbol: Explicando noticias que Mundo Deportivo, Sport y La Gazzetta Dello Sport relatan y conocen mejor que yo.

''Un gran poder conlleva una gran responsabilidad'', decían en una película... ¿Spiderman? Oh, . Me tomaré la licencia de readaptar esta frase para decir: ''Un (gran) blog conlleva una gran responsabilidad''. Y con esto, me comprometo fervientemente a tomar las riendas de este nuevo proyecto que ojalá no acabe siendo un fracaso. A ver si haber empezado en día 6, mi número favorito, da algo de suerte. Sin embargo, la botella ya se ha descorchado. ¡Que comience la fiesta!