jueves, 18 de agosto de 2011

Vivir no es solo respirar...

... y malvivir no es vivir.

Si no eres capaz de ser feliz con lo que tienes, déjalo. Si es que sí pero no de esa manera, cámbialo. Si no te sientes respetado, álzate y reivindica tus derechos. Si quieres algo que no tienes, lucha por conseguirlo. Si no te sientes a gusto donde estás, márchate.

Sea cual sea tu situación, si realmente sientes que necesitas un cambio, ármate de valor y ponlo en práctica. Nunca, nunca es tarde para volver a comenzar. Y recuerda: no estás solo. Nadie lo está.

He metido en mi maleta todas las cosas que necesitaré de ahora en adelante. Lo que quede fuera, no tendrá más remedio que pasar a mejor vida. Sin embargo, todas esas cosas que han quedado obsoletas, tiempo atrás consiguieron que me sintiera mejor. Por lo tanto, que ya no sigan conmigo no significa que pretenda ni que vaya a olvidarlas. Gracias a ellas, soy lo hoy soy.

Au revoir...


© Fotografía: Louis Vuitton.

jueves, 4 de agosto de 2011

París me recibe (¡Y el Tour de Francia también!)

Por fin me pongo manos a la obra y os relato algo que ya llevaba algunas semanas de retraso, y es que por falta de tiempo no lo he podido exponer en su debido momento...

Como algunos de vosotros ya sabréis, del 21 al 25 de julio estuve en París. A pesar de que ya hacía muchos años que quería haber ido, todavía no había tenido la oportunidad. ¿Y qué puedo decir? Fue una experiencia maravillosa, inolvidable. ¡Ya tengo ganas de volver!

A pesar de la lluvia, que me acompañó durante prácticamente toda mi estancia (Salvo el último día), me sentí muy bien por aquellas tierras galas. Me resulta algo difícil destacar qué fue lo que más me impactó, pues me gustó mucho todo lo que pude ver. Pero con un poco de esfuerzo y, sin ánimo de caer en los tópicos, creo que me quedo con la Torre Eiffel y el Museo del Louvre. ¡Me fascinaron!

Otros sitios por los que también pasé y que me gustaron fueron los Campos Elíseos y sus diversas tiendas, como concesionarios de coches en los que en la planta de abajo hallabas lo que suele encontrarse en un concesionario normal, pero que si subías una planta más arriba te encontrabas con un pub (¡Cómprate un coche y a continuación tómate un cubata para celebrarlo sin salir del concesionario!), la pastelería de lujo Ladurée (en la que tuve la oportunidad de saborear sus magníficos macarons), etcétera.

Dejando a un lado los Campos Elíseos, también puedo destacar la Iglesia de la Madeleine, el Panteón, la Ópera, la Columna Vendôme (Copia de la Columna de Trajano), las Galerías Lafayette, los Jardines de Luxemburgo, el Moulin Rouge, el Chinatown parisino (Por unos instantes, parecía que te hubieras transportado al lejano oriente. Incluso el McDonald's de allí tenía el cartel escrito en caracteres chinos), el rincón de los artistas de Montmartre y su cementerio, la Basílica del Sagrado Corazón, el Café de Los Dos Molinos (Donde se rodaron algunas escenas de la película Amélie), una Réplica de la Estatua de la Libertad, la Columna de Julio en la Plaza de la Bastilla, el Ayuntamiento de París (en el que además pude entrar a visitar una exposición temporal gratuita llamada ''París en el tiempo de los impresionistas'' y que me gustó mucho, ya que allí pude encontrar magníficas obras de artistas tales como Van Gogh, Manet, Degas, Renoir, Rembrandt, Gauguin e incluso Santiago Rusiñol).

También visité la zona del Pompidou, y me divertí con la extravagante y original Fuente Stravinsky. Además, también pasé por la Catedral de Notre Dame y el Palacio de Versalles, pero no pude subir ni entrar respectivamente, ya que las colas eran infinitas. ¡Qué locura! Espero que haya más suerte para la próxima. He de destacar, además, zonas no tan conocidas por los turistas como Bercy Village y Mouffetard, ideales para salir a tomar algo y pasarlo bien.


Ya que he destacado el Louvre y la Torre Eiffel, me gustaría hacer más hincapié en ambos. Sobre el Louvre, debo decir que de entrada ya me lo esperaba grande y variopinto, pero incluso logró superar mis expectativas en cuanto a majestuosidad y belleza. Era tan grande que, pese a pasar más de dos horas dentro, no conseguí poder verlo entero. Algunas obras que me gustaría destacar son todo el arte grecorromano que encontré allí (¡Me encantaron todas aquellas esculturas y apenas me dejé alguna por fotografiar!), la escultura ''Eros y Psique'' de Canova, los cuadros ''Juramento de los Horacios'' y ''Leónidas en las Termópilas'' de Jacques-Louis David, ''La Libertad guiando al pueblo'' de Eugène Delacroix (Tal vez ''Viva La Vida'' para los fans de Coldplay), La Gioconda (O ''Mona Lisa'', como prefiráis llamarle) de Da Vinci (Aclamada y buscada por todos los visitantes del museo y protegida por un grueso cristal y a la que no te podías acercar a más de cinco metros mínimo), etcétera. Desgraciadamente, no recuerdo el nombre de muchos.

Sobre la Torre Eiffel, subí a pie hasta el segundo piso. Después, ya no me quedaron más fuerzas (Acarreaba conmigo el cansancio acumulado de días atrás) y preferí no subir hasta arriba del todo, ya que además estaba a punto de llover y hacía algo de viento. Es más, cuando subía las escaleras tenía la sensación de que todo se tambaleaba un poco... ¡Y no me gustaba nada esa sensación! Pero me encantó poder estar allí y observar París desde tanta altura. Es, sin ninguna duda, una obra arquitectónica maravillosa.


Estos eran los primeros del pelotón. En teoría, el vencedor era uno de los que vestían con un maillot rojo... pero no consigo indentificarlo.

Mi penúltimo día en París tuvo un aliciente añadido con la última etapa del Tour de Francia. Resulta que el pelotón iba a pasar justamente por la calle donde me alojé, en Ivry-sur-Seine, y pude vivirlo en directo. Lamentablemente, los ciclistas pasaron a gran velocidad y no pude identificar ninguna cara conocida (Alberto Contador y ''para de contar'', ya que no estoy muy puesta en el mundo ciclista), pero fue, sin duda, muy emocionante poder estar allí, rodeada de gente de diversas nacionalidades (Cabe destacar la presencia de portugueses, ondeando sus banderas aquí y allá) y animando al pelotón en su camino hacia los Campos Elíseos. Una vez ya habían pasado todos, subí a casa y continué viéndolo por televisión hasta la llegada a la meta. El vencedor resultó ser Cadel Evans, un australiano de 34 años. ¡Enhorabuena al campeón!
También me hizo mucha gracia poder ir de tapeo por bares españoles que se encontraban cerca de la Bastilla. Y una de las cosas que me hicieron mucha gracia dentro del bar en el que entré, además de la horrible música de la talla de los ''iluminados'' y ''espléndidos'' (Nótese mi evidente ironía) Andy & Lucas (Aunque te dejaban poner lo que quisieras, y rápidamente lo cambiamos por artistas algo mejores como Manolo García y Miguel Bosé), las banderas de españa y las bufandas conmemorando la victoria de ''la roja'' en el Mundial de 2010, fueron las ''patatas bravas'' que nos sirvieron. Parecía una ensaladilla rusa revuelta con patatas, creando una masa amorfa de comida difícil de identificar a simple vista. En el gusto, sin embargo, resultaron ser patatuelas con alioli. Y estaban ricas.

Como es posible que más de uno se haya quedado con las ganas de poder ver las patatas de las que hablo, aquí las tenéis:


¿''Typical Spanish'' o desastre total?


Y creo que por ahora eso es todo, amigos. Como habréis podido comprobar, me encantó París y no me importaría volver dentro de poco tiempo. Desde aquí quisiera dar las gracias también a mi familia parisina que me acogió allí, ya que en todo momento me sentí como si estuviera en mi propia casa, el trato que recibí fue excelente y me lo pasé a lo grande en su compañía.

Ah, ¡Sabía que me olvidaba algo! Como hispanohablante y estudiante de inglés e italiano, me gustaría daros un consejo: Si vais a París, ¡Ni se os ocurra hablar en inglés! Prácticamente nadie sabe, me atrevería a decir que en ese aspecto están incluso peor que en España (Pero debo admitir que nos llevan años de ventaja en muchos otros...). Y cuando digo que no lo conocen, me refiero a que ni lo chapurrean, que la oración más simple que se os pueda ocurrir probablemente no la entenderán. Ese fue mi error del primer día, intentar comunicarme en inglés. Sin embargo, cambié el chip enseguida, intenté hacer uso de mi rudimentario francés (Adquirido durante dos años de bachillerato, y oxidado por el triste hecho de no practicarlo jamás) y las cosas fueron a mejor... Es más, qué curioso que en el metro, cuando daban la información en más de un idioma o te encontrabas ante indicaciones multilingües, lo más frecuente era que fueran en italiano o en español.


lunes, 1 de agosto de 2011

Recordando a Amy Winehouse

Aunque ya haga más de una semana que nos dejaste, no puedo permitirme dejar pasar por alto lo que te sucedió. Esta entrada que escribiré dentro de mi modesto y humilde blog seguramente se quedará corta, pero cada línea que te dedique será desde el corazón. Y sí, sé que es imposible que lo vayas a leer, pero esta es mi manera de rendirte homenaje y de respaldarte ante todo aquel que ose ofenderte, ahora que desgraciadamente ya no puedes defenderte.

El pasado 23 de julio, el mundo recibía tu prematura muerte. A pesar de que se diga que tal desenlace era de esperar, yo siempre confié en que podrías superar tus excesos y adicciones, que era absurdo pensar que tú, como desafortunadamente otros también hicieron, nos dejarías con 27 añitos.

Poco tiempo atrás había leído que estabas mejor, que te iba muy bien con tu nueva pareja y que teníais grandes planes de futuro en común. Me alegraba ver que por fin parecía ser que habías superado lo de tu ex marido Blake, y que con ello tus adicciones acabarían menguando, ya que como él mismo confesó a los medios alguna vez (Y como todos tus admiradores sabemos), fue él quien te arrastró al horrible mundo de la drogadicción y posteriormente te dejó tirada.

No querría culparle a él ni a nadie de tu muerte, ni quisiera tampoco meterme en un embrollo. Pero ¿Y si esa persona nunca hubiera aparecido en tu vida? Probablemente las cosas habrían sido muy diferentes, y seguramente aún seguirías estando con nosotros... En fin, dejemos a un lado todo esto. Eso sí: si no lo digo, reviento. Porque una persona es dueña de sus acciones, pero el amor es un monstruo que a menudo nos nubla los cinco sentidos y nos hace actuar de manera totalmente irracional. Y cuando queremos rectificar nuestros errores y volver a empezar, ya es demasiado tarde. No quiero justificar tu actitud, pero intento comprender el porqué.

Dejando por fin a un lado todas las conjeturas que me vienen a la mente, sólo me queda decir que nos ha abandonado una voz genuina, única e irrepetible. Sé que en estos últimos tiempos han aparecido otras mujeres de las que se dice que suenan prácticamente como tú... pero yo creo que no es del todo cierto, que cada una tiene su estilo característico y que, a pesar de las posibles similitudes, nunca llegarán a conseguir todos los méritos y éxitos que tú lograste con trabajo y esfuerzo, entre los que destacan seis Grammy y toda una retahíla de originales y profundas canciones con las que más de uno puede llegar a sentirse identificado. No quiero restar importancia a estas otras artistas, ya que yo también las escucho y me gustan mucho. Pero sería un error olvidar a una diva que ya no está con nosotros por la simple aparición de sus ''herederas''. De momento, estas son Dionne Bromfield, Duffy y Adele.


El tiempo dirá qué consigue cosechar cada una de ellas. Personalmente, espero que tengan suerte y que no cometan ningún error que las lleve al abismo. Sería una verdadera lástima tener que volver a sufrir una pérdida así, tan temprano, sin haber llegado ni siquiera a los 30 años. ¿Qué tendrán los 27? No es la primera vez que artistas talentosos a la par de controvertidos nos dejan con esa edad. Ejemplos de este extraño suceso son Kurt Cobain, Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones... y seguro que me dejo alguno más. Macabra casualidad...

Por último, y a modo de despedida, me gustaría pedirte, Amy, que descanses en paz. Ahora que quién sabe dónde estarás, espero que no sufras más. Y a la gente le pediría una sola cosa: que nos quedemos con lo bueno de esta artista, que ha sido mucho.

Porque tu música ha significado mucho para mí, y nunca te olvidaré. Hasta siempre...


Una joven Amy Winehouse, disfrazada de Minnie Mouse.


PD: Esta es mi canción favorita...