La vida es un baile de máscaras. Un vaivén continuo de gente que viene y va. Unos que se quedan, otros que se marchan. Unos que, en realidad, nunca estuvieron con esos otros. Energúmenos que deciden ocultar su rostro tras una falsa apariencia. Una sociedad compuesta por individuos que, cada vez más, optan por ocultar su verdadera identidad, por disfrazarla de una guisa que no corresponde con la realidad.
Aun así, no todos deciden someterse a los cánones que se dictaminan por una mayoría aplastante. Afortunadamente, aún hay personas que se mantienen firmes en su lucha, tal y como son. Sin tapujos. Sin enredos. Con la verdad por delante. Se trata de personas frecuentemente castigadas por la sociedad, por el simple hecho de ser y actuar de manera distinta.
No por gritar más, vas a tener más razón que aquel que calla. Además, ten en cuenta que, por mucho que escondas tu verdadera naturaleza, todo acaba saliendo a la luz. Todo...
Y dicen que el mundo acabará siendo de aquellos que poseen el conocimiento. Que el saber es el único poder genuino... Y que heredarán la Tierra, el sol, y las estrellas. Todos brillarán para ellos. Con luz propia.
Sé que más de uno y una se sentirá identificado con esto. Para ellos va esta fotografía, este desfile de nubes barcelonesas que abren paso a un sol espléndido en una fría mañana de domingo.
Esta noche he visto una película que no me ha dejado indiferente. El título de la cinta en cuestión es The Artist, dirigida por Michel Hazanavicius, director, actor y guionista francés. Tal vez ya la conozcáis o hayáis oído hablar de ella, ya que se trata de una producción cinematográfica de lo más peculiar y que está siendo de lo más exitosa. Pese a que la grabación haya sido realizada en 2011, es una película perteneciente al cine mudo y en blanco y negro. Me ha parecido de lo más original. La fotografía es estupenda. La coreografía, atractiva. La caracterización, fantástica. Los personajes, maravillosos. Concretamente, me gustaría destacar la gran actuación de Uggie, un ejemplar de Jack Russell de lo más carismático. No es de extrañar que sea el favorito en los Golden Collar, los Óscar caninos. Como no podía ser de otra manera, este pequeño sabueso de cuatro patas interpreta al mejor amigo del hombre. En este caso, George Valentin, encarnado por el actor francés Jean Dujardin, y acompañado de Peppy Miller, la actriz Bérénice Bejo, también de la misma nacionalidad, aunque de origen argentino, y que me recuerda a un brillante relato corto de Edgar Allan Poe. No porque la mujer pueda desprender ciertos aires maquiavélicos. ¡En absoluto es así! Simplemente, se debe a que el relato en cuestión se titula Berenice. También he de confesar que el protagonista masculino me recordó a Walt Disney. Tiene una cierta retirada, ¿verdad?
El film está ambientado en el Hollywood de la primera mitad del siglo XX. Empieza en 1927, y va desarrollándose durante varios años. En el comienzo, George Valentin es la estrella del cine mudo por excelencia. Un cine que cada vez está decayendo a pasos agigantados, debido a la aparición del cine sonoro. Paralelamente, su colega de profesión Peppy Miller, con quien el actor mantiene además una especial amistad que dará mucho que hablar, consigue saborear la cima del éxito gracias a su gran talento y su inmediata incorporación al cine sonoro, un cine que se opone a las ideas de George Valentin, quien se mostrará siempre contrario a este, y quien continuará con su modelo de cine ideal independientemente de los avances tecnológicos y los exigentes gustos del consumidor.
Es una película muy original, con ciertos toques dramáticos, y a la vez divertida. El espectador se sentirá irreprimiblemente atraído de principio a fin, independientemente de sus preferencias cinematográficas. La música, compuesta por Ludovic Bource, producida en Bélgica y grabada por la Filarmónica de Bruselas -y conducida por Ernst Van Tiel-, no se separará de nosotros y nos acompañará hasta el final, describiendo mediante notas lo que las palabras no manifiestan de manera activa, pero sí pasiva. Ideal para todos los públicos y candidata a 10 Óscars.
¿Conseguirá George Valentin alzarse con el éxito y arrebatarle el triunfo a Peppy Miller de todos modos? ¿Mantendrán intacta su amistad? ¿Cómo se desarrollará la trama de esta cinta? Si queréis descubrir cómo acaba, no lo dudéis: vedla. No os arrepentiréis. Además, estoy convencida que os enamoraréis del perrito tanto o más que yo.
