miércoles, 16 de julio de 2014

Me hice un 'renfie' y me fui gratis a Madrid


A veces las tonterías tienen premio. Y si no, que me lo digan a mí. Hace unos meses subí una foto a Twitter con el hashtag ''#renfie'' ('selfie' + Renfe), los de Renfe lo vieron y, como les gustó la idea, decidieron premiarme con un viaje en AVE a la ciudad española que yo escogiera y hacer un concurso de ''renfies'' con los demás usuarios de Internet (podéis verlo en el enlace que he adjuntado arriba). Como ya hacía tiempo que quería ir a Madrid, no me lo pensé dos veces y les dije que quería visitar la capital. Y así fue, la semana pasada tuve el placer de pasar unos días de lo más productivos e interesantes en Madrid gracias a Renfe y a mis amigos madrileños con los que tuve el placer de compartir esos días.
Así pues, después de salir de Atocha, una estación enorme que bien podría parecer un aeropuerto, preciosa, con un exuberante jardín botánico en su interior con un montón de tortugas, una de las primeras cosas que hice fue comer un buen bocata de calamares (qué casualidad, porque fue también lo último que comí antes de irme). ¡Qué bueno! Creo que no lo había probado nunca y me encantó.
Supongo que la mayoría ya habréis estado en Madrid, que habréis visitado la Puerta del Sol, la Gran Vía, que tendréis fotos en el kilómetro cero, con la estatua del oso y el madroño, en la Cibeles, probablemente delante del Congreso de los Diputados, que habréis visitado el Museo del Prado, la Plaza Mayor, la Puerta de Alcalá, el hermoso Parque del Retiro, el Palacio Real, la Almudena...
...Así que no me queda otra alternativa que hablaros de lugares madrileños con encanto menos conocidos pero que podrían ser interesantes si tenéis pensado ir a Madrid, como la fuente de Neptuno, donde los seguidores del Atlético de Madrid celebran sus triunfos (debo admitir que me pareció más bonita que la Cibeles, aunque quizá la ubicación falla un poco); la Calle de las Huertas, un lugar excelente para ir a tomar algo en alguno de sus locales y para pasear mientras lees las diferentes citas de escritores españoles famosos que hay escritas a lo largo de la vía; las Torres Kio y la Cuatro Torres Business Area (CTBA) para los amantes de la arquitectura más moderna...
El Templo de Debod, regalo de Egipto a España en compensación por la ayuda que el país le había brindado...
Como complemento a la vista al Museo del Prado, que tendréis que visitar sí o sí para admirar los cuadros de Velázquez y Goya, entre otros, donde se encuentran obras como Las Meninas o la Maja desnuda (y la Maja vestida), encontramos el Museo de Sorolla, ubicado en la casa donde residía el artista, con patios y jardines de estilo andaluz y con algunas de las más bellas obras del pintor. Fue de lo que más me gustó, lo recomiendo encarecidamente: la entrada solo cuesta 3 euros, y si tenéis el carnet de estudiante (igual que con el Prado) no tendréis que pagar nada, así que no tenéis excusa.
También es interesante el Parque Europa, ubicado en la localidad de Torrejón de Ardoz, un parque ideal para ir en familia donde encontraréis reproducciones de algunos de los monumentos y edificios más famosos de Europa, como la Puerta de Brandenburgo de Berlín, la Sirenita de Copenhague, el David de Miguel Ángel de Florencia, la Fontana di Trevi, la Torre Eiffel; el Manneken Pis y el Atomium de Bruselas, la Puerta de Alcalá y la Puerta del Sol, el Puente de la Torre (Tower Bridge) londinense, molinos holandeses, la Torre de Belém de Lisboa... Algunos son más realistas y originales que otros, pero vale la pena visitarlo.

Y si buscáis un buen mirador desde el que podáis admirar toda la ciudad de Madrid y tomar buenas fotografías, os aconsejo que subáis a la terraza del Círculo de Bellas Artes, ubicado en la Gran Vía. Eso sí, os aconsejo que primero consultéis que se pueda acceder sin problemas el día que tengáis pensado ir, ya que en muchas ocasiones está cerrado debido a eventos que tienen lugar allí. El precio para acceder es de 3 euros, aunque con el Carnet Joven os costará un euro menos.
Para comer, además del bocata de calamares, si queréis 'tapear' un poco os aconsejo los huevos rotos, que es como llaman allí a los huevos estrellados. También os aconsejo las violetas, unos caramelos con forma de flor que podrían ser un buen regalo si tenéis pensado regalar algún souvenir a vuestros familiares pero no queréis llevarles el típico imán o llavero cutre (todos sabemos de qué estoy hablando).
Pero si me preguntáis por un restaurante donde valga la pena comer os aconsejo La Finca de Susana (cuyo dueño, por cierto, parece ser que es catalán), muy bien ubicado, céntrico, donde comeréis como reyes sin dejaros una fortuna. Los platos que encontraréis, además de estar deliciosos, son creativos y no os dejarán indiferentes.

Debo admitir que fui con la idea de visitar la Real Academia Española, aunque por lo que leí rara vez dejan que el público pueda acceder, lo reservan para ocasiones como el Día del libro. Eso sí, pude verla por fuera. Se encuentra muy cerca del Museo del Prado.
Como anécdota, os explicaré que una mañana, mientras iba por el Paseo de la Castellana, muy cerca de las Torres Kio, un cámara de Telemadrid me paró para que formulase una pregunta con el micro, una cuestión que ellos mismos me dijeron y que iba dirigida a un doctor y que se emitiría ese mismo mediodía. ¡Yo que solo estaba allí de vacaciones y al final hasta acabé saliendo en televisión!

¿Y qué se siente al viajar en el AVE? Pues me pareció una gran experiencia. En la ida tardamos 3 horas en llegar desde Barcelona (Sants), ya que el tren realizó varias paradas: Tarragona, Lleida, Zaragoza, Guadalajara y finalmente Madrid (Atocha), pero en el caso de la vuelta fueron dos horas y media, ya que el tren fue directo a Barcelona. Me pareció un medio de transporte muy cómodo y muy, muy veloz. No se me hizo pesado en absoluto y realmente tengo ganas de repetir la experiencia.
Como último, y no por ello menos importante, además de agradecer a Renfe el detalle quiero dar las gracias a Irene, Álvaro, Juanlu y Néstor, por querer compartir una parte de su tiempo conmigo y por enseñarme su hermosa ciudad. ¡Os espero en Barcelona!


martes, 8 de julio de 2014

Más que un torneo: grazie!

Una de las mayores satisfacciones al terminar mi trabajo como intérprete en un torneo de fútbol es cada vez que un equipo se acerca para darme las gracias por el trabajo que he llevado a cabo durante esos días. En esta ocasión los miembros del cuerpo técnico del A.S.D. Rovato Montorfano Calcio, después de una merecidísima victoria en su categoría (SUB 19) se acercaron para pedirme una foto, para darme las gracias y para asegurarme de que mi presencia les había dado suerte a la hora de alzarse con el triunfo.

Detalles tan bonitos como este son los que me hacen feliz y me animan a seguir adelante, a volver a participar en los torneos de Komm Mit y a seguir queriendo conocer equipos tan simpáticos y predicadores del "fair play" como esta escuadra de la provincia de Brescia (Lombardía). Hoy he recibido un mensaje con esta foto. Hoy es uno de esos días en los que me siento feliz de ser intérprete y de lo gratificante que puede llegar a ser esta profesión, en la que ayudas a que personas de nacionalidades distintas que no comparten el mismo código lingüístico logren entenderse a la perfección pero que a la vez, tal vez sin ser conscientes, hacen que te sientas útil y orgullosa de ser quien eres y de hacer lo que haces.

Este post va por ellos y por todos los equipos que durante estos años me han ayudado a sentirme así.

Como diría Confucio, elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.

domingo, 6 de julio de 2014

El dialecto milanés: gramática, cultura, situación actual

Siguiendo con la entrada referente a mi graduación, me gustaría enseñaros mi Trabajo de Fin de Grado (TFG), lo que en otros países vendría a ser la tesis de la carrera. El tema que escogí no podía ser otro...

Mediante este Trabajo de Fin de Grado, El dialecto milanés: gramática, cultura, situación actual, queremos presentar un estudio y una defensa del dialecto milanés. Comenzaremos con una presentación de su historia, se situará en un contexto geográfico y social en el que veremos cómo las diferentes tribus y civilizaciones como los ligures, los celtas y los longobardos y las dominaciones extranjeras modernas como la de los españoles y los austriacos influyeron en su formación. A continuación presentaremos algunos de los aspectos gramaticales más importantes de esta lengua, como los tiempos verbales y sus conjugaciones, la pronunciación, los numerales y frases básicas en milanés. Después introduciremos un apartado acerca de la literatura y la canción en milanés, en el que se hará una mención especial al poeta Carlo Porta y a los cantautores Nanni Svampa y Enzo Jannacci; además, también contaremos con una pequeña entrevista realizada a Claudio Merli, uno de los cantantes en milanés más relevantes de estos tiempos. Seguidamente analizaremos la situación del milanés en la actualidad, su presencia en la televisión, la publicidad y en Internet, y para finalizar daremos paso al capítulo ‘‘¿lengua o dialecto?’’, donde se hará hincapié en su estado de lengua, así como en el de los demás dialectos.
Y después de esta reseña, os dejo con mi fragmento favorito, ''¿Lengua o dialecto??'', donde defiendo el estado de lengua del lombardo, del que el milanés sería su estándar, así como el de las demás lenguas locales de Italia.
¿Lengua o dialecto?

El lombardo es una lengua. El milanés, debido a su larga tradición artística ―literaria, musical― y a que tiene unas normas más definidas que otras variantes que históricamente han sido menos prolíficas sería el estándar, el modelo a estudiar. Sin embargo, no hay que menospreciar ninguna de las demás formas que engloba el lombardo, ya que son parte de la cultura de cada uno de esos pueblos. Se podría decir que el bergamasco o el comasco ―por nombrar dos de las muchas posibles variantes― son dialectos, pero siempre refiriéndonos al lombardo, en el sentido de que son las diferentes variantes de esta lengua. El italiano es un compendio de todos los ‘‘dialectos’’, sobre todo del toscano; si entendemos por dialecto un sistema lingüístico que proviene de un tronco común ―como indica el DRAE―, es incorrecto decir que el milanés es un dialecto del italiano, ya que el italiano se ha formado a partir de todos ellos, y no ellos a partir de él. El lombardo está reconocido por la UNESCO como lengua en peligro de extinción. En total, son 31 las lenguas que este organismo recoge en todo el estado italiano. Una de las excusas más frecuentes al preguntar a sus habitantes por qué no consideran una lengua lo que ellos llaman dialecto es porque es el habla de una región y no de toda una nación, como el italiano en este caso. Por esta misma regla el catalán, el vasco o el gallego no serían lenguas, sino dialectos del español. Por suerte, sabemos que no es así, que son lenguas con antepasados comunes, pero que no derivan la una de la otra. El ladino, el sardo y el friulano están reconocidos como lenguas por el estado italiano desde el año 1999, pero no es suficiente. ¿Cómo es posible que Italia no reconozca como lenguas al siciliano o al napolitano ―a diferencia de la UNESCO, que sí lo hace― cuando un habitante que no sea campano o sículo no tiene por qué entenderlos? En otras palabras, ¿cómo es posible que se llame dialecto a un habla que un habitante del mismo país procedente de otra región no tiene por qué entender? La respuesta no puede ser otra: no son dialectos sino lenguas. Así como un catalán, un valenciano y un mallorquín logran entenderse a la perfección, cada uno con sus características dialectales y con sus palabras propias de su lugar de origen, un habitante del norte de Italia no entiende a un habitante meridional si se comunican en dialecto, y viceversa. No es posible establecer una comunicación fluida. Un caso digno de comentar para entender mejor todas estas consideraciones lo encontramos en los Balcanes. En la antigua federación yugoslava, encontramos el serbocroata, denominación que se utilizó desde el año 1921 hasta principios de los años noventa, coincidiendo con las guerras en Yugoslavia. Era el nombre genérico que englobaba cada una de las variantes de aquella zona: serbio, croata, bosnio y montenegrino. Llegada la disgregación de Yugoslavia en 1991 y la posterior aparición de los nuevos estados se empezó a hablar de ‘‘lenguas nacionales’’ para promover la identidad nacional de cada nuevo país y a fin de diferenciarlas. A pesar de que en la actualidad ya nada queda de la unión de todos los idiomas eslavos del sur de 1954 tras el acuerdo de Novi Sad (Serbia) ―y cuya idea ya surgió en 1850― y que además hoy en día es políticamente incorrecto hablar de ‘‘serbocroata’’, todas estas lenguas son muy similares, mucho más que la mayoría de ‘‘dialectos’’ del italiano entre ellos. Las diferencias gramaticales y de pronunciación llegan a ser relativamente insignificantes, pues los habitantes de estos países logran entenderse entre ellos a la perfección, algo que no pasa con los ‘‘dialectos’’ del italiano, que incluso pueden llegar a resultar ininteligibles para los habitantes de otras zonas. No hay ninguna razón válida para tildar de dialectos a las lenguas de Italia sino la falta de interés de la mayoría de los habitantes, los cuales no se preocupan lo suficiente por preservar y difundir la cultura de sus regiones. Son, por lo tanto, lenguas, si bien en peligro de extinción, motivo más que suficiente para que Italia, la cuna de la cultura de Europa, con una tradición y una historia de un valor incalculable aplique políticas de protección y de difusión de todas estas lenguas, comenzando por las escuelas.

Subí mi trabajo a Scribd, así que si os interesa leerlo podréis encontrarlo haciendo clic aquí.

‘‘Una lengua es un dialecto con un ejército y una marina’’.
─ Max Weinreich.

GRADUADA - GRADUATED - LAUREATA


Esta es una de esas numerosas veces en las que una imagen dice más que mil palabras. E pasado 20 de junio di por finalizados mis estudios en Traducción e Interpretación; ya es oficial, ¡ya estoy graduada!

¡Parece mentira cómo pasa el tiempo! Creé este blog el verano antes de comenzar a estudiar en la Universidad (de ahí el nombre, ''Césped y libros'', que hace alusión a la Universidad Autónoma de Barcelona por la gran cantidad de césped que hay en el campus y al material didáctico) y ahora ya está, acabo de terminar una etapa de mi vida de cuatro años.

Y ahora, ¿qué? Bueno, esa es la pregunta del millón. Tengo varios proyectos en mente y aún tengo que pensar bien si llegaré a materializarlos (o mejor dicho, cuándo y cómo). ¡Estad atentos, porque esto no ha hecho nada más que empezar!

A continuación os dejo una página que he creado en Facebook en la que os presento mi perfil profesional y publicaciones relacionadas con el mundo de la traducción, la interpretación, la filología y la enseñanza de lenguas en español, catalán, inglés, italiano, francés (¡y seguramente otras lenguas!),  y si además os interesa contactar conmigo para proponerme un encargo profesional también podréis hacerlo. Por supuesto también habrá espacio para llevar a cabo debates y compartir todo tipo de material y eventos relacionados con la materia y todo aquello que consideréis conveniente:

https://www.facebook.com/sarfercar

¡Pero esto no será lo único! Seguiremos informando... ;-)