miércoles, 4 de septiembre de 2013

Un paseo por Crema

Seguimos con mis excursiones veraniegas por tierras lombardas. Hoy vengo a hablaros de Crema, una localidad ubicada a 40 kilómetros de la capital de provincia, Cremona, en la que tuve el placer de pasar una tarde estupenda. Nada más llegar nos encontramos con una gran puerta (''Porta Ombriano''), que parece que la hayan construido justamente para darnos la bienvenida al lugar; se puede intentar pasar por debajo a pie, para hacer la gracia, sí, pero algún que otro despistado debería estar atento, ¡ya que los coches también pasan por ahí!
Eso sí, el medio de transporte por excelencia de Crema es la bicicleta; durante toda la visita llegué a ver una infinidad de personas, jóvenes y mayores, mujeres y hombres, circulando incansablemente por las preciosas calles adoquinadas de la ciudad en este vehículo de dos ruedas. Incluso a algunos llegué a encontrármelos en más de una ocasión en diferentes puntos de esta ciudad.
Una de las cosas que más me llamaron la atención fue la belleza de las casas; de diferentes colores, con las típicas contraventanas italianas (para ellos son persianas, y las persianas que normalmente encontramos en Cataluña, las enrollables, allí se conocen como ''tapparelle''), normalmente de color verdoso, y con balcones con flores, plantas y rejas con diseños muy originales. Como en toda buena ciudad italiana, ya sea grande o pequeña, no podían faltar las tiendas de moda y las tiendecitas antiguas.
En lo que vendrían a ser los puntos de interés turístico, podemos destacar el Duomo y la plaza en la que está ubicado, muy agradable para dar un paseo. A un par de kilómetros a pie nos encontramos también con el Santuario de Santa Maria della Croce.
Sin ánimo de quitarle importancia al Duomo, tengo que decir que este último me dejó boquiabierta y fue sin duda lo que más me gustó de la visita.
Mientras me dirigía al santuario, encontré más de un lugar que me llamó la atención, como una cafetería que se llamaba ''Barcelona'' y que estaba decorada con el escudo del Barça y sillas con los nombres de los jugadores y los colores del equipo. No me lo esperaba en absoluto y un poco me arrepentí de no entrar.
También pasé por un hermoso parque, los Giardini Pubblici, con preciosos árboles, altos, robustos, entre los que pasaba un riachuelo.
Cerca de allí también se encontraba un monumento dedicado a Giuseppe Garibaldi por parte de los ''cremaschi'', los habitantes de esta ciudad.
También llegué a ver otra puerta, en mi opinión más bonita todavía que la de la entrada al pueblo.

Y hasta aquí, un breve resumen de todo lo que podéis encontrar en Crema. ¡Espero que os haya gustado y, si pasáis por allí cerca, os animéis a visitarla!