lunes, 9 de mayo de 2016

Max Gazzè enciende la Sala Bikini a golpe de folk rock


El artista italiano visita la Ciudad Condal en el marco de su gira europea, Maximilian Tour.

SARA FERNÁNDEZ CARMONA - BARCELONA

Más de veinte años en el mundo de la canción han consolidado a Max Gazzè como una de las voces más representativas y aclamadas del panorama musical italiano actual. Este fin de semana, la sala Bikini de Barcelona vibró con la puesta en escena del décimo trabajo del artista, Maximilian, con temas como La Vita Com'è ─y su versión en español, traducida inicialmente por Álvaro Soler y recuperada por el mismo Gazzè─ y Mille Volte Ancora. Tampoco faltaron algunos de sus sencillos más conocidos, como Il Solito SessoI Tuoi Maledettissimi Impegni y La Favola di Adamo ed Eva.



Acompañado de su inseparable bajo, este camaleónico cantautor dio muestras de una creatividad infinita que acuña y mezcla diferentes estilos, desde folk, rock, pasando por el pop, el indie y la electrónica, en una sala donde destacó la presencia de un público italiano residente en la Ciudad Condal pero que también contó con la asistencia de viajeros que acudieron a la cita para ver al artista en directo. Se trata de la tercera vez que Max Gazzè visita la capital catalana: la primera ocasión fue en 2013, y posteriormente, un año después, regresó con la formación Fabi Silvestri Gazzè, proyecto que comparte con los músicos Niccolò Fabi y Daniele Silvestri. Con Maximilian Tour, que arrancó en Madrid el 5 de mayo, Max Gazzè visitará las principales capitales del viejo continente, como París, Londres, Dublín, Bruselas, Ámsterdam y Berlín, entre otras.


Nacido en Roma en 1967, Massimiliano ''Max'' Gazzè transcurrió su infancia en Bruselas (Bélgica). Inició sus estudios de piano a la edad de 6 años; con 14 años comienza a tocar el bajo eléctrico; en plena adolescencia, se exhibió junto con otros grupos en los locales de Bruselas. Fue desde entonces que hombre e instrumento se volvieron inseparables y crearon una sinergia perfecta. Durante los años ochenta, estudió música y formó parte del grupo inglés de ''Northern Soul'' 4 Play 4, con el que se mudó al sur de Francia, país donde además trabajó como productor artístico, así como en los Países Bajos. Tras su periplo europeo, regresó a Roma en 1991; fue entonces cuando empezó a componer bandas sonoras y a colaborar con artistas italianos de la talla de Alex Britti, el rapero Frankie Hi-NRG MC y los mismos Fabi y Silvestri. En 1996 publicó su opera prima, Contro un'onda del mare, que se presentó en versión acústica durante una gira de Franco Battiato. Su primer trabajo, que ya incorporó una gran diversidad de estilos, originalidad y poesía en sus letras, compuestas por el artista junto a su hermano, el poeta Francesco Gazzè, le hizo obtener buenas críticas. A finales de los noventa alcanza la fama gracias a temas como Cara Valentina y Vento d'Estate; los premios y las colaboraciones son cada vez más frecuentes y finalmente logra consolidarse como uno de los grandes artistas de referencia en Italia.


En la actualidad, es uno de los músicos más respetados y venerados en el país transalpino. Sus más de 20 años en el mundo de la música lo avalan y actuaciones como la que Barcelona vivió el pasado viernes, 6 de mayo, son una demostración de que Max Gazzè es incombustible.

___

Grazie di tutto, Max! Torna presto!

Si te ha gustado, sígueme en Instagram @sarfercar para ver vídeos del concierto y otro contenido que pueda ser de tu interés.

viernes, 6 de mayo de 2016

Sóc del Llobregat...


Nací y crecí en el Llobregat hace ya algún tiempo, pero no demasiado —¡no me pongáis más años de los que tengo!—. Es una tierra de personas que llegaron, que se quedaron, de sacrificios, de trabajadores; es aquí donde confluyeron norte y sur y se forjó una sociedad de la que, con mucho orgullo, formo parte. Somos barceloneses, pero no de Barcelona; somos del Baix Llobregat o de L'Hospitalet, que por alguna extraña razón —o no— nos la colocaron en el Barcelonés.

A pesar de que nuestras ciudades jamás destacaron particularmente por su belleza, cada vez que me he ausentado por motivos académicos o profesionales he acabado echando de menos mi casa; La Rambla, las terrazas, el Centro de L'Hospitalet, los espacios naturales —¡no serán muchos, pero los tenemos y os animamos a que los descubráis!—, pero sobre todo, he echado de menos a su gente y sus historias. Como ya he dicho, es un territorio de grandes batallas y de superación personal.

Yo soy nieta de esos héroes. Gracias a ellos hoy estoy aquí, y vaya donde vaya, jamás olvidaré de dónde provengo. Sóc del Llobregat i sempre ho seré.

sábado, 30 de abril de 2016

Kilmainham Gaol, el precio de la independencia de Irlanda


Sara Fernández Carmona

Dublín, 25 abr.- Si los húmedos y fríos muros de la cárcel de Kilmainham hablasen nos contarían
historias que se contraponen al clima alegre y vivo que caracteriza a Irlanda. Este centro penitenciario de Dublín estuvo en funcionamiento desde el año 1796 hasta 1924. Durante todo ese tiempo, fue testigo de algunas de las escenas más sangrientas y crueles de la historia del país, pero constituyó a su vez el escenario de numerosos episodios trascendentales.

Durante más de cien años, esta cárcel de estilo victoriano albergó a todo tipo de reclusos sin distinción de edad ni sexo: mujeres, hombres y niños –incluso familias– convivían hacinados en pequeñas celdas diseñadas para una sola persona. Sin embargo, no era un lugar donde fuera habitual la presencia de asesinos y grandes criminales, ya que normalmente eran ejecutados de forma inmediata.

La mayoría de los reclusos había cometido pequeños delitos; por ejemplo, era común la presencia de niños de once años que tan solo habían robado un trozo de pan. Asimismo, sus condiciones eran pésimas: había una gran humedad, inicialmente las ventanas no tenían cristales y la única iluminación y fuente de calor existente era la de una vela que se entregaba a cada preso y que se reponía únicamente cada dos semanas.
Entre los años 1845 y 1849, con la llegada de la Gran hambruna irlandesa, causada principalmente por la escasez de patata –componente básico en la alimentación de la isla– debido a una enfermedad de la planta de este tubérculo que asoló a las cosechas en Europa, era común cometer pequeños delitos para ingresar en prisión y asegurarse así de que ese día se dispondría de algo para comer, y es que incluso mendigar estaba prohibido por ley ("Vagrancy Act" de 1847). Todo ello causó que las cárceles se masificaran y que los presos tuvieran que dormir en los pasillos.
No obstante, si hay algo que simboliza Kilmainham Gaol es la lucha por la independencia del pueblo irlandés y sus presos políticos, los cuales conformaban el 10% de los reclusos. Hace exactamente cien años, entre el 24 y el 29 de abril de 1916, se produjo el Levantamiento de Pascua, cuyo objetivo era acabar con el dominio británico en la isla y establecer una República irlandesa; hasta 2.000 insurgentes sin apenas preparación bélica tomaron las calles y los edificios más emblemáticos de Dublín, como la Oficina General de Correos (GPO) de O'Connell Street. La heroica rebelión obtuvo un efecto contrario al deseado y Kilmainham, que había permanecido cerrada desde el año 1910, volvió a abrir sus puertas para condenar a centenares de mujeres y hombres que habían participado en la sublevación.
Hoy es posible recordar las historias de sus protagonistas gracias a las visitas guiadas a este centro penitenciario, en el que además de poder observar cada una de sus celdas y las demás disposiciones también hallamos el patio de piedra donde dos cruces negras nos recuerdan dónde se llevaron a cabo la mayoría de las ejecuciones de los dieciséis líderes del Levantamiento de Pascua. Entre ellos se encontraba Patrick Pearse, proclamado "Presidente del Gobierno Provisional" de la República de Irlanda en un boletín firmado por los líderes del levantamiento; dicho documento es hoy en día un símbolo de identidad nacional. También se hallaba el periodista y poeta Joseph Plunkett, que pudo cumplir con su deseo de contraer matrimonio con la artista Grace Gifford en la capilla de Kilmainham escasas horas antes de ser fulminado. La pareja tan solo tuvo diez minutos para despedirse, en los que ni siquiera se les permitió tocarse.
Tiempo después, la artista ingresó en prisión. En la actualidad, todavía es posible observar un dibujo que Grace realizó en una de las paredes de las celdas.
Una de las imágenes más trágicas fue sin duda la ejecución del líder James Connolly. Cuando llegó su momento, Connolly se encontraba herido de gravedad y no lograba mantenerse en pie, por lo que fue atado a una silla para que no pudiera moverse en el momento de recibir el disparo que pondría fin a su vida.
Otro de los nombres que estuvieron en el punto de mira fue el de Constance Markievicz, feminista revolucionaria que durante el Levantamiento de Pascua ocupó el cargo de subcomandante –convirtiéndose en la primera mujer dentro de un ejército– y que a su vez dirigió la brigada femenina. A pesar de que inicialmente fuera sentenciada a muerte, se le perdonó debido a su género. "Ojalá que tuvieran la decencia de dispararme", respondió ante el tribunal. Posteriormente, fue elegida diputada del Sinn Féin a la Cámara de los Comunes, cargo que, al igual que sus camaradas, optó por rechazar.

En 1919, fue nombrada Ministra del Trabajo en el gobierno del profesor y matemático Éamon de Valera, que también había sido sentenciado a muerte en Kilmainham. Sin embargo, su ejecución no se llevó a cabo debido a su nacionalidad estadounidense; se causó un retraso en el cumplimiento de su sentencia y logró salvarse. Posteriormente llegó a asumir la presidencia de la República de Irlanda, desde 1959 hasta 1973. Con su liberación en 1924, Kilmainham Gaol cerró sus puertas de forma definitiva.
Tras un periodo de abandono, en 1960 un comité de voluntarios restauró la prisión de Kilmainham para mantenerla como un símbolo nacionalista y en honor al pueblo irlandés que murió en la lucha por la independencia de Irlanda. Reconvertida en museo, Kilmainham Gaol recuerda a sus protagonistas cada día a visitantes de todo el mundo y se ha convertido en uno de los principales lugares de interés turístico y cultural de Dublín.

domingo, 13 de marzo de 2016

Odio París enamora en el Let's Festival


La banda catalana se reincorpora a los escenarios con la presentación de su nuevo disco, Cenizas y flores, y una gran demostración de shoegaze en el Let's Festival de L'Hospitalet de Llobregat.

SARA FERNÁNDEZ CARMONA - BARCELONA

Porque sabré dónde encontrarte, sabré a donde ir; entenderás que esa noche haré que valga la pena, haré que valga la pena. Así reza Camposanto, single del último álbum de Odio París, Cenizas y flores. Sin ninguna duda, el estribillo podría describir a la perfección la gran noche que se vivió ayer en el Salamandra de L'Hospitalet de Llobregat: el concierto de la banda barcelonesa de música independiente no solo valió la pena, sino que además fue la primera vez que pudimos verla en acción tras tres años fuera de los escenarios. Así, el pasado viernes, 11 de marzo, presentaron su último trabajo ante el público en el marco del festival de música indie Let's Festival.

El espectáculo, que comenzó a eso de las diez, estuvo cargado de temas provenientes de su último trabajo, publicado a principios de 2016. Pura culpabilidadDestellos de ingravidez o El último deshielo son solo algunas de las melodías que conformaron una emocionante puesta en escena, llena de energía y entusiasmo. Tampoco faltaron algunos de los clásicos de la banda, como Uno de noviembre y Cuando nadie pone un disco, pertenecientes a su primer álbum homónimo que tan buen sabor de boca dejó en el panorama de la música indie en español y que les valió optar a los Premios de la Música Independiente y al IMAS mexicano, así como encabezar listas de éxitos y obtener un sinfín de críticas positivas.


Hemos tenido que esperar un lustro para poder contar con una nueva obra maestra de este grupo, pero ha merecido la pena: el resultado es un excelente trabajo fiel al shoegaze que ya pudimos disfrutar en su opera prima, cargado con tintes de distorsión y reverb; tampoco faltan ritmos y letras pegadizas, y es que como afirma Odio París en su página de Facebook, la portada de este álbum es ''un buen resumen visual de lo que se puede escuchar'', es decir, ''atmósferas, capas y capas de efectos y guitarras'' y ''mucho sentimiento''. Han sido cinco años en los que, además, se han producido numerosos cambios, como el paso de El Genio Equivocado a Mushroom Pillow en cuanto al sello discográfico y la incorporación de un nuevo bajista, Pedro Vidal, tras la marcha de Àlex Marull. Cenizas y flores se grabó en los Studios Lambert y cuenta con la masterización de Joe Lambert. Por otro lado, Hans Krüger se encargó de la producción y el mezclado de un álbum que, sin lugar a duda, dará mucho que hablar durante los próximos meses.

Además de Odio París, también tuvieron lugar las actuaciones de V¡etnam y Triángulo de Amor Bizarro, que tampoco defraudaron al público. La 11ª edición del Let's Festival de L'Hospitalet de Llobregat dio el pistoletazo de salida el pasado 26 de febrero y culminará el próximo 19 de marzo. Un total de 30 bandas, entre las que destacan Miss Caffeina, Second, Tulsa, Arizona Baby, Toundra, los ya mencionados Triángulo de Amor Bizarro, ZA!, Disco las Palmeras! y Xoel López conforman un cartel que hará las delicias de los fanáticos de la música alternativa.



sábado, 13 de febrero de 2016

Barcelona da la bienvenida al Año del Mono

La comunidad china ha celebrado la entrada al año nuevo por las calles de la Ciudad Condal.
SARA FERNÁNDEZ CARMONA - BARCELONA


Barcelona se ha teñido de fiesta y color gracias al desfile que ha tenido lugar esta mañana en Arc de Triomf en el marco de la celebración del Año Nuevo chino. Dragones, leones, bailes tradicionales y música proveniente del país asiático han dado vida a una celebración en la que tampoco han faltado los 'trabucaires', los 'diables' y los 'castellers' en representación de la cultura catalana.



La comitiva ha iniciado su desfile en el parque de la Estación del Norte a las 11:30. En ella, han estado presentes varias entidades, federaciones y escuelas chinas, como el Grupo de Artistas Huaxing España, la Escuela China de Barcelona, la Asociación Cultural Popular China, la Agrupación Marcial Hong Ken Sant Andreu, el Instituto de Cultura China, la Asociación Internacional Luz de Buda y la Asociación de Bazares Chinos de Cataluña, por nombrar solo algunos ejemplos. Tampoco ha faltado a la cita la Asociación para la Promoción Deportiva y Cultural entre China, España y Cataluña, que ha lucido numerosas bufandas del RCD Espanyol, el equipo de moda en el país desde que el magnate Chen Yansheng se convirtió en el máximo accionista de la entidad blanquiazul el mes pasado. Tras el desfile, a partir de las 12:30, han tenido lugar demostraciones de tai-chi, bailes tradicionales y modernos y otras actuaciones en un escenario situado bajo el Arco del Triunfo.


Numerosas ciudades han celebrado en todo el mundo esta festividad, y Barcelona, coincidiendo con las fiestas de Santa Eulalia, no ha querido ser una excepción. Según el Departamento de Estadística del Ayuntamiento de Barcelona, en la actualidad un total de 51.448 personas de nacionalidad china viven en Cataluña, de las cuales 17.487 residen en Barcelona y ocupa la tercera posición entre las nacionalidades extranjeras más numerosas de la ciudad, después de la italiana y la pakistaní. Asimismo, el Eixample es el barrio donde encontramos más miembros de esta comunidad, con 5.235 personas, seguido de Sant Martí, con 3.267 y Sants-Montjuïc, con 2.328. Los municipios del área metropolitana donde están más presentes son Santa Coloma de Gramenet, Badalona y L'Hospitalet de Llobregat.


La cultura china dio inicio al año 4713 el lunes pasado. Según su astrología, se trata del Año del Mono de fuego, el noveno de los doce animales que conforman el horóscopo chino. El mono de fuego es el más poderoso de su especie: a pesar de llegar a ser terco y obstinado, le gusta poseer un control total y tiene suerte en los negocios. Además, según la cultura china, este podría llegar a ser un buen año para las personas que sepan adaptarse a los cambios.


GALERÍA DE IMÁGENES