domingo, 31 de marzo de 2013

No, cazz*

Una volta un professore aveva invitato un vecchio signore tedesco a parlare davanti ai ragazzi, in Italia. Questo signore era proprio tedesco, ma in gioventù era comunista e per questo fu deportato nei campi di lavoro. Lì aveva incontrato molti italiani, aveva parlato con loro e per questo, quando si era trovato di fronte ai ragazzi, aveva scelto di parlare italiano. Racconta le sue cose... E a un certo punto dice "no, cazzo..." e tutti rimangono stupidi. Lui continua, e "no, cazzo...", poi gli fanno delle domande e lui risponde "no, cazzo... Così a un certo punto un collega del professore gli chiese perché mai dicesse sempre "no, cazzo", questo tedesco rimase stupito, chiese come mai gli avesse fatto questa domanda.
Gli spiegarono che dire cazzo per noi è maleducazione, allora il tedesco ha fatto una risata e ha risposto: "Dovete scusarmi. Io sentivo sempre gli italiani dire no cazzo, no cazzo, no cazzo... e credevo che fosse come il francese ne pas.
Lo ricordo sempre questa storiella perché è il modo più semplice per spiegare alle persone che il significato delle parole è il loro uso, e che finché noi non interiorizziamo le parole in base al loro uso vero, non sapremo mai veramente una lingua.

Hoy recupero una vieja anécdota muy divertida que me contó un conocido italiano hace mucho tiempo. No sé por qué me ha venido a la cabeza y, así como la he recordado, he decidido compartirla con todos vosotros. Para facilitar su comprensión, os la traduciré. 

Una vez un profesor invitó a un señor mayor alemán a hablar ante los alumnos en Italia. Este señor era alemán, pero de joven fue comunista y por ello lo deportaron a los campos de concentración. Allí conoció a muchos italianos, habló con ellos y, por ello, cuando se encontró delante de los chicos escogió hablarles en italiano. Contó todo lo que tenía que decir y, a un cierto punto dijo, ''no, cazzo''...'', y todos se quedaron estupefactos. Él siguió hablando y diciendo ''no, cazzo''... Después le hicieron preguntas y él contestaba lo mismo, hasta que en un momento dado un colega del profesor le preguntó por qué motivo este decía siempre ''no, cazzo''. El alemán se quedó pasmado y le preguntó cómo era que le estuviera haciendo esa pregunta. Le explicaron que decir ''cazzo'' para los italianos es de mala educación, entonces el alemán se partió de risa y les contestó: ''Tenéis que disculparme. Yo siempre escuchaba a los italianos decir ''no cazzo, no cazzo, no cazzo, y creía que era como el francés ne pas''.

Es una historia divertida porque es la forma más simple para explicar a las personas que el significado de las palabras es su uso y que hasta que no interiorizamos las palabras en base a su uso verdadero no conseguiremos dominar bien una lengua.


*Para el que no sepa el significado de ''cazzo'', no es nada más y nada menos que el órgano sexual masculino dicho de manera vulgar, pero que en este caso equivaldría a una interjección de molestia que en otro contexto también podría ser de sorpresa; de hecho, como equivalente en castellano tendríamos ''joder'' o ''coño'' según el caso. Para evitar decir la palabra y ser algo más correctos muchas veces se recurre al vocablo ''cavolo'', cuya traducción sería ''col'' y que sería como nuestro ''¡miércoles!''.

1 comentario:

  1. Buenas noches.

    Me imagino la cara de los estudiantes cohibidos, sin saber cómo preguntar la repetida expresión del profesor. Buena moraleja.

    Salud!

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