miércoles, 12 de diciembre de 2012

Erasmus: primera nevada, llega la Navidad, ferias y...

Preparativos navideños. Primera nevada. Fiera degli Oh bej! Oh bej! Basilica di Sant'Ambrogio. Università Cattolica. Basilica di Sant'Eustorgio. Fiera dell'Artigianato. Luces navideñas. 
¡Hola a todos! Sé que ha pasado bastante tiempo desde mi última entrada, pero he tenido (y tengo) problemas con mi ordenador y no podré arreglarlo hasta que no vuelva a Barcelona: es decir, la semana que viene. De hecho, estoy redactando esta entrada a través del móvil... ¡Maldito teclado táctil! Eso sí, debo admitir que la aplicación de Blogger es muy cómoda y totalmente recomendable. Me ha sorprendido positivamente.
Dejando a un lado los problemas informáticos, he de admitir que todo va sobre ruedas; demasiado bien, podría decirse. Aún no consigo creerme lo mucho que soy feliz aquí, es como si el sueño de toda una vida se hubiera hecho realidad, pero como siempre, y por desgracia, lo bueno dura poco. Qué le vamos a hacer, supongo que es ley de vida...
El pasado viernes, 7 de diciembre, y coincidiendo con la festividad de Sant'Ambrogio, patrón de Milán, cayó la primera nevada del año. A pesar de que la cantidad de nieve que cayó fuera simbólica fue precioso poder observar desde la ventana y durante unas dos horas cómo todo poco a poco iba tiñéndose de blanco. En teoría muy pronto volverá a nevar; de hecho, podría ser cuestión de días. Como barcelonesa DOC, para mí este fenómeno natural es algo insólito y, por supuesto, me encanta poder estar aquí y disfrutar de ello. Cierto es que las temperaturas no terminan de bajar, que cada día me muero un poco más de frío, sobre todo cuando se alcanzan los cinco grados bajo cero o así... Pero para ello siempre habrá un solución: un cómodo abrigo, una deliciosa taza de café y una bella compañía. Resultado: satisfacción infinita.
Ya están a punto todas las decoraciones navideñas por las calles. La verdad es que nunca antes había visto la ciudad tan bonita como ahora; el gigantesco árbol de navidad en Piazza Duomo, la cúpula de la Galleria iluminada con luces de color azul y destellos blancos y con el escudo de la ciudad en medio, las luces de las calles, los diferentes puestecitos... Es verdaderamente precioso, nunca me canso de hacer fotos.
Ya que he sacado el tema de las paraditas, tengo que contaros qué hice para Sant'Ambrogio: acudí a una feria, la "Fiera degli Oh bej! Oh bej!" (Y sí, el nombre está en mi querido milanés. "Bej" se lee "bei"). Podían encontrarse todo tipo de antigüedades, productos artesanales y muchos objetos más en toda una serie casi infinita de puestecitos que se encontraban a lo largo de los alrededores del Castello Sforzesco. Valía realmente la pena.

También he visitado la Basilica di Sant'Ambrogio, muy bonita, tanto por fuera como por dentro. Recomiendo el tesoro, la pequeña exposición que alberga en su interior; en  él encontraréis mosaicos, vestidos y otros objetos de gran valor e interés cultural.
También hay que destacar los alrededores de la basílica, entre los que se encuentra la Università Cattolica, que tiene un patio interior precioso, y otros edificios cercanos.
Otra basílica interesante es la de Sant'Eustorgio, en la que se dice que están enterrados los Reyes Magos (¡a ver si va a resultar que al final no son los padres!):
Y siguiendo con las ferias y los puestecitos/paraditas ("bancarelle"), os explicaré dónde estuve también ese mismo fin de semana y en qué consistió: estoy hablando de la Fiera dell'Artigianato, que durante más de una semana se celebró en la Fieramilano, ubicada en la localidad de Rho, a las afueras de la capital lombarda. En ella podían verse toda una infinidad de stands ordenados por países y regiones de Italia en los que se vendían productos artesanales y alimentos de todo tipo procedentes de prácticamente todo el mundo. Y sé que tal vez es lamentable y ciertamente vergonzoso, pero podría decirse que fue ver la zona ibérica, o mejor dicho, aquellos puestos en los que había banderas de Catalunya, y salir corriendo hacia allí. Volver a ver los fuets, la sangría, el jamón serrano, los churros y el pulpo a la gallega me hizo sentir feliz (sí, es así) y como si por un momento estuviera un poco más cerca de mi casa. Eso sí, a juzgar por la decoración flamenca, los mantones de manila colgados por todas partes, las fotos de los jardines cordobeses, la música y la infinidad de banderas españolas (tampoco hacía falta), así como banderas sureñas más bien parecía que me encontrase en Andalucía;  por eso, más que en la tierra donde nací, parecía que estuviera en la tierra de donde provienen mis raíces. Por supuesto también observé qué traían los demás países, pero por alguna extraña razón (tal vez la nostalgia de llevar tanto tiempo ya lejos de casa y de los míos), preferí degustar algún que otro alimento ibérico, a pesar de que muy pronto volveré a estar allí.
¡Que viva la Navidad!
Y que viva el café...
Esto es todo por ahora. De nuevo, pido disculpas por no haber podido actualizar antes. Un bacione a tutti!!!

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