domingo, 12 de junio de 2011

Conferencia de Joaquim Maria Puyal en la UAB

Hace ya algunos meses, el periodista deportivo Joaquim Maria Puyal realizó una conferencia en la Facultad de Comunicación de mi universidad. Como me habían encargado para la asignatura de Traducción que hiciera unos resúmenes de unas conferencias (del tema que yo quisiera), asistí con mucho gusto a este evento, ya que me encanta el periodismo (ya sea deportivo o de otros ámbitos) y este locutor en concreto. Ahora que ya hace algún tiempo que entregué este trabajo, lo publico aquí, como un escrito más.

Conferencia de Joaquim Maria Puyal – ‘‘Cómo retransmitir un partido de fútbol’’. (Facultad de Comunicación, Universidad Autónoma de Barcelona, 23 de marzo de 2011). Idioma: Catalán.

Joaquim Maria Puyal es un mediático periodista deportivo radiofónico con una larga y reconocida trayectoria a sus espaldas. Actualmente desempeña su labor en Catalunya Ràdio. Además, recientemente ha publicado un libro, Aicnàlubma (‘‘Ambulancia’’ al revés), en el cual reflexiona sobre la sociedad y los medios de comunicación y realiza propuestas para la nueva televisión. En su conferencia, dirigida principalmente a los estudiantes universitarios de periodismo y comunicación audiovisual, refirió algunos buenos consejos para lograr una retransmisión deportiva satisfactoria.

Puyal declaró que un profesional siempre es partidista, no existe nadie que no lo sea. A pesar de esto, nunca deben decirse mentiras favoreciendo al propio equipo. El emisor de un mensaje, además, tiene que tener la voluntad de que el público le entienda. Para no perder el control del discurso, se necesita un emisor profesional, el cual pueda ponerse en el lugar del receptor y que pueda valorar lo que tiene que decir.

Uno de los elementos que tienen que controlarse durante el discurso es la pausa. Si se es capaz de dominarla y controlar el discurso, se es un emisor competente que dice las cosas que quiere como debe. Este también debe ser capaz de recuperar el hilo del discurso. Dentro del cual encontramos el instrumento fundamental: la lengua. Esta no puede sacralizarse, ya que no es sagrada. Pero no debe maltratarse bajo ningún concepto. Otra clave de la comunicación es la capacidad de sorpresa, a la gente no le interesa un programa que sea aburrido y demasiado predecible. Un mecanismo frecuente son los cómplices: gente del público que manifiesta su opinión e ideas y personas no presentes a las que se hace referencia por algún motivo determinado.


Un mismo partido se retransmite por diversas emisoras. El argumento siempre será el mismo (quién juega, quién gana…), todo el mundo obedece la ley de explicar la realidad. La diferencia está en la mirada, tanto en la parte descriptiva como en la valorativa. Según el periodista, ‘‘La mirada viste el relato’’. Cuando se escoge el tono, mirada o gesto, se recurre a recursos personales. Los instrumentos comunicativos como una cámara tienen que tener un punto de sensibilidad adecuado para el mensaje.

Puyal confiesa que alguna vez pensó que una retransmisión debía ser como quería el narrador. Sin embargo, cada uno tiene su personalidad y un estilo, pero existen una serie de connotaciones imprescindibles, las cuales son:

  1. Una transmisión tiene que ser narrativa. Los jugadores y los árbitros dan un relato que se explica mediante un buen dominio de la lengua y los elementos asociados a esta: capacidad de explicar con palabras el conjunto de situaciones a explicar.
  2. Debe ser interpretativa. Un profesional puede alegrarse o entristecerse, pero sin deformar la realidad. El periodista tiene un compromiso con la estética, e independientemente de su gran implicación personal no se le autoriza perder la distancia narrativa: el hecho de formar parte no le permite mentir.
  3. Aspecto valorativo. Aporta la crítica y los conocimientos básicos técnicos que nos permitan juzgar. Un locutor puede animar a la gente e intentar predecir lo que puede suceder, de esta manera logrará un discurso más agradable y atractivo.


La función periodística es global. No se puede desconectar del mundo, si ocurre algo importante debe comunicarse. Además, el locutor debe incorporar la emoción del sentimiento. Si realmente se encuentra delante de un gran acontecimiento, no puede ser frío ni limitarse a una labor técnica. Asimismo, no se pueden decir cosas que uno mismo no cree. El profesional tiene un ‘‘compromiso con la subjetiva honradez’’. Puyal indica que es algo a lo que hay que aspirar en la vida. Este periodista manifiesta que su trabajo se realiza con pasión y esfuerzo y que tiene lugar desde tiempos inmemorables, independientemente de la tecnología. Los seres humanos siempre estamos comunicándonos. Sin embargo, afirma que la comunicación está muy amenazada actualmente, las habilidades comunicativas y los instrumentos como la lengua y la capacidad expresiva deberían ser mejores. Además, según Puyal existe un ‘‘gran enemigo’’, la mentira. Lo es tanto para los profesionales como para los receptores. Y es que es algo que a veces cuesta detectar. Asimismo, cree que la idea mediática del éxito es una idea social, los profesionales no tienen por qué ser felices ni estar del todo de acuerdo con lo que hacen a pesar de dar una imagen determinada. Cada individuo trabaja donde puede, donde se le permite. Joaquim Maria Puyal concluye afirmando que ‘‘vivir es creer en las cosas ajustados a nuestras propias convicciones’’.


Y ahora, os dejo con un par de vídeos en los que podréis escuchar algunos de los momentos más míticos de la trayectoria de este gran profesional:



Narración de 1985 del penalty del Valladolid que Urruti, portero del FC Barcelona en aquella época, logró parar. Gracias a esta hazaña, el FC Barcelona ganó la liga en aquel momento.



Gol de Iniesta en la vuelta de la semifinal de la Champions League de 2009 en la que se enfrentaron Barça y Chelsea. Dicho tanto daba el pase a la final al club blaugrana. Narrado por Joaquim Maria Puyal. (Siento no poder adjuntar el vídeo correctamente, parece ser que es por motivos de copyright... Si hacéis clic en la imagen, podréis escucharlo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario