domingo, 12 de junio de 2011

Conferencia de Francesc Parcerisas

Aquí os dejo con el resumen de otra conferencia muy interesante a la que tuve el placer de poder asistir este año.

Conferencia de Francesc Parcerisas – ‘‘Un anillo para traducirlos a todos’’.

Facultad de Traducción e Interpretación, Universidad Autónoma de Barcelona, 9 de marzo de 2011). Idioma: Catalán.

Francesc Parcerisas, profesor del departamento de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Autónoma de Barcelona, realizó la traducción de la obra de J. R. R. Tolkien al catalán. En el año 78, con la aparición de las lecturas en catalán, hubo editoriales que crearon colecciones. ‘‘La Magrana’’ solicitó al señor Parcerisas la traducción de El Hobbit, libro que él ya había leído. Le dedicó su tiempo y realizó el encargo satisfactoriamente. Allá por el año 86, volvió a traducir otra obra de J. R. R. Tolkien. En este caso, El señor de los anillos. El libro ya había tenido mucho éxito en castellano, y él mismo fue quien en tres años tuvo lista la traducción al catalán. Necesitó tiempo, puesto que compaginaba su labor como traductor con la docencia en un instituto de secundaria.



Desde el punto de vista de la traducción, no solo teniendo en cuenta el tiempo, la agencia editorial le facilitó un texto que no había visto nunca. Se trataba de un folleto que el mismo Tolkien había escrito dirigiéndose a los traductores, y que aclaraba dudas sobre aspectos terminológicos, haciendo hincapié en las lenguas germánicas y escandinavas. Algunas de las instrucciones que se citaban hacían referencia a cómo debían traducirse los nombres propios de personas y lugares, con la finalidad de que tuvieran sentido en la lengua de llegada. En este documento se podían ver dichos criterios, pero era complicado decidir cómo traducir a una lengua románica ciertos aspectos. Ante este problema, Francesc Parcerisas hizo fichas con todos los nombres propios y escribió en ellas las diferentes opciones que barajaba. Además, el traductor apostó por realizar un trabajo fiel a la tradición y la cultura de la lengua catalana. En el caso del apellido ‘‘Butterbur’’, por ejemplo, ya que los catalanes no usaban tanto la mantequilla, él recurrió a la cebada y a las olivas (‘‘ordi’’, ‘‘oliu’’). A continuación, utilizó un libro de apellidos catalanes y buscó apellidos que tuvieran una raíz similar. Finalmente, ese determinado personaje pasó a llamarse ‘‘Ordi Oliu’’. Otro de los problemas con los que se encontró el traductor fue la traducción del pronombre personal ‘‘you’’, ya que había diferentes rangos entre personajes y había que respetarlos. Así pues, aquellos que pertenecían a una clase más elevada eran tratados de ‘‘vós’’ o ‘‘vostè’’. Sin embargo, necesitó realizar una guía para anotar el trato correspondiente de cada personaje. Por ejemplo, como los Orcos eran vulgares siempre eran tratados de tú, pero en cambio Gandalf, que tenía una posición superior a la de todos, era tratado de ‘‘vós’’. Otro problema hallado durante la traducción de esta obra fueron los dialectos. ¿Cómo se podría hacer notar que un personaje, por ejemplo, era irlandés? ¿Sería correcto hacerle hablar en mallorquín? Ante este conflicto, decidió pincelar el lenguaje de dichos personajes para que se notase un poco, pero sin exagerar. Por ejemplo, empleó vocablos como ‘‘meues’’, ‘‘naltros’’ o ‘‘aqueix’’. Además, también se tuvieron que traducir las canciones de este libro intentando que tuvieran métrica, aunque se perdiera la rima. Pero lo más importante era que realmente pudieran sonar como una canción. Asimismo, se tradujeron las runas mediante un diccionario rúnico de fonemas. Las herramientas utilizadas durante el proceso de traducción de El señor de los anillos fueron una máquina de escribir electrónica Olivetti 3000, el diccionario Middle Earth Dictionary y un atlas llamado Journeys of Frodo. En el caso del atlas, resultó de gran utilidad para marcar dónde se encontraban los personajes y recordar el nombre que se le había dado a cada lugar.


Respecto a otras traducciones de esta misma obra, Francesc Parcerisas comentó que en el caso de la versión holandesa se realizó muy pronto y con poco cuidado. En cuanto se hizo popular, recibió un gran número de críticas. Por lo tanto, llegó a hacerse una versión alternativa que se decidió no publicar para no violar derechos de autor. Sin embargo, al cabo de unos años se realizó una corrección y se introdujeron todas las modificaciones adecuadas. Respecto a la traducción al ruso, se realizaron unas diez versiones diferentes. En el caso de la primera, publicada en la época de la Unión Soviética, los traductores tenían miedo de que no pudiera difundirse porque era una historia de fantasía y no querían que se establecieran comparaciones entre tal narración y la historia real, con hechos tan dramáticos como la Guerra Fría y los campos de concentración. Ante tal miedo, decidieron inventar que se trataba de un libro dentro de otro libro. Esta invención consistía en que un grupo de científicos, químicos y lingüistas crearon una historia de ciencia ficción. Los científicos descubrían un anillo de un material que tenía una memoria muy grande, del cual salía El Señor de los Anillos. Esta versión nunca llegó a publicarse, pero llegó a circular.

A diferencia de sus hijos, los cuales han publicado diversas obras, Tolkien fue un autor poco prolífico, si bien consagrado. Además, en un principio los editores de su obra pensaron que no tendría éxito, pero finalmente se ganó mucho dinero.


© Ilustraciones de John Howe.

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